Rebeca Marín
El acuerdo entre los empresarios gasolineros y el gobierno de México entró en vigor este lunes 3 de marzo y se ha respetado en las múltiples distribuidoras de combustibles.
En algunas estaciones se detectó que el precio estaba por debajo de los 24 pesos, situación que fue bien vista por los automovilistas, quienes dijeron que el acuerdo entre los empresarios y la presidenta Claudia Sheinbaum, fue atinado, ya que en algunos lugares el combustible había superado los 25, incluso llegando hasta los 26 pesos.
Este ajuste de precios, como parte del acuerdo firmado entre la presidenta y los gasolineros, establece un precio máximo de 24 pesos por litro para la gasolina Magna. En varias gasolineras, los precios han quedado entre los 21.98 y los 23.99 pesos por litro, lo que ha generado un alivio para los conductores que agradecen la disminución en el costo del combustible.
"La verdad es que si ayuda mucho que regulen el precio de la gasolina, aunque parezca que no es mucho lo que bajo, si hago cuentas, si me vengo ahorrando unos 200 o 300 pesos al mes" comento Gerardo, quien es taxista en la CDMX.
Aunque la gasolina Premium y el diésel no han experimentado variaciones en sus precios, la reducción de la gasolina Magna ha sido un cambio significativo que ha impactado positivamente a los automovilistas, quienes consideran que esta medida es una acción acertada por parte del gobierno y el sector gasolinero.
El acuerdo que fue formalizado el pasado 27 de febrero en una ceremonia celebrada en el Salón de la Tesorería de Palacio Nacional, con la presencia de representantes del Gobierno de México y representantes de diversas empresas gasolineras, como Grupo Hidrosina, Combustibles y Refinados Burgos, y Grupo Gazpro, entre otros, tiene una vigencia de seis meses, con la posibilidad de una revisión y ajustes, con una evaluación programada para determinar si es necesario ajustar el precio, tomando en cuenta la situación económica interna y los precios internacionales del petróleo.
Mientras tanto, los conductores esperan que el precio se mantenga estable o incluso continúe en descenso, y algunos confían en que la medida pueda extenderse más allá de los seis meses acordados.
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