En la alianza opositora, incluso al interior del propio PRI, existen fundadas sospechas sobre el accionar de Alejandro Alito Moreno durante las pasadas elecciones, en las que Morena y sus aliados arrasaron en las urnas.
Al hacer un recuento del proceso, recuerdan cosas extrañas que afectaron los resultados para la oposición, como fue el hecho de que los tricolores descuidaron las casillas, dejando descubiertas una gran cantidad, incluso en la Ciudad de México.
No les checa que, previo a los comicios, el dirigente nacional del PRI y su dirigencia en la capital del país estaban en la mira tanto de la Fiscalía General de la República y como la de la CDMX, por engrosar inexplicablemente sus carteras y propiedades.
Aparentemente los priistas se rifaron y el dirigente nacional hasta desafío en los medios a la 4T. Pero si bien las investigaciones contra ellos siguieron vigentes, ninguna avanzó… ni avanzará.
La pregunta que todo munido se hace es, si en Los Martes del Jaguar la campechana Layda Sansores exhibió presuntas corruptelas de Moreno, presentando pruebas y hasta grabaciones de cómo hacía sus negocios, entonces ¿cómo logró salir ileso?
El dirigente se dedicó a cerrar los escasos espacios políticos a sus adversarios en el otrora partidazo, lo que provocó una desbandada de priistas, debilitando aún más a la oposición, incluso en los estados donde habían tenido buena votación.
Llama la atención que en la capital —siendo zona urbana— no se cubrieran todas las casillas. Más de uno piensa que desde el PRI se vendieron a la 4T las listas de los representantes de la oposición, para que pudieran ser comprados o sustituidos
Y como colofón se presenta la reciente afiliación de la senadora Cynthia López a Morena, cuando ésa era una posición de la alianza, cuyos votos le permitieron ganar.
En el gobierno de Enrique Peña fue cercanísima al entonces secretario de Educación, Aurelio Nuño; cuando el PRI dejó Los Pinos por segunda vez, Cynthia se le pegó a Moreno, quien la hizo primero diputada y luego senadora por la CDMX.
En la 4T aseguran que López iba a dar el brinco a Morena desde el inicio de la legislatura, pero se tardó en decidirse y los guindas tuvieron que buscar otro judas en el panista Miguel Ángel Yunes, cuyo voto les dio la mayoría calificada que requerían.
Posteriormente, durante la aprobación de la reforma judicial, el oficialismo volvió a requerir de un nuevo judas, y fue entonces cuando la muchacha de Alito de pronto se sintió mal y abandonó la sesión para no votar, facilitando otra derrota de la oposición.
Pero la legisladora no se manda sola, y no se hubiera atrevido a dar el brinco si su jefe no la autoriza. ¿Acaso alguien ha visto que López y Moreno se ataquen en algún momento?
0 Comentarios