Rebeca Marín
La Secretaría de Salud (SEDESA) del gobierno capitalino recibió la solicitud del Congreso de la Ciudad de México de analizar la posibilidad de implementar brigadas en los mercados públicos, con el objetivo de promover la cultura de la prevención de enfermedades, conforme a sus atribuciones y disponibilidad presupuestal.
Se trata de que, en los centros populares de abasto situados en las colonias de las 16 alcaldías, se desarrolle una política de prevención de enfermedades y, para tal efecto son importantes los recorridos que en esos lugares realicen brigadas de médicos y enfermeras que se darían a la tarea de evaluar la salud de locatarios, trabajadores del lugar, consumidores y visitantes.
Al fundamentar la propuesta que presentó y fue avalada por la mayoría de los representantes populares del recinto de Donceles y Allende, la congresista de la asociación parlamentaria Mujeres por el Comercio Feminista e Incluyente Leticia Haro Jiménez, aclaró que las campañas de concientización pueden contribuir a la construcción de una sociedad informada, capaz de reconocer los riesgos y tomar decisiones adecuadas para protegerse.
Señaló que, en ese sentido, los mercados públicos son centros clave de la vida cotidiana en la capital, al ser espacios donde convergen miles de personas cada día, tanto consumidores como comerciantes, y como lugares concurridos y frecuentados, representan un entorno estratégico para desplegar acciones de salud pública.
Haro Jiménez al referirse a la propuesta, estableció que la prevención "es el primer paso para evitar muchos problemas en el buen desarrollo de las personas y las comunidades, pero no sólo se trata de evitar enfermedades sino también reducir desigualdades en el acceso al derecho a la salud".
Mencionó que, de igual forma, se pretende empoderar a las personas, "ya que la prevención les permite tomar control sobre su bienestar y les da las herramientas para tomar decisiones informadas sin importar el contexto socioeconómico".
Adelantó que las campañas que se plantean tienen un papel fundamental para la salud en los ámbitos individual y colectivo, ya que el impulso de la cultura preventiva "no sólo mejora la salud de las personas, sino que también construye una sociedad más solidaria.
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