Martín Aguilar
Durante su sexenio, Andrés Manuel López Obrador implementó políticas populistas que socavaron a instituciones democráticas, según el artículo ¿Está México a las puertas del autoritarismo? publicado en el Journal of Democracy (Diario de la Democracia).
El texto señaló que Claudia Sheinbaum está dando continuidad a estas políticas, por lo que nuestro país se dirige a la autocracia.
"Elegido en 2018, López Obrador pronto puso en marcha la subversión gradual de la democracia mexicana, logrando finalmente imponer su autoridad personalista sobre las normas y procedimientos democráticos. Su gobierno a menudo hizo caso omiso del estado de derecho, ignoró la supervisión legislativa, debilitó el control civil del ejército, atacó a los tribunales y a los organismos burocráticos, celebró consultas plebiscitarias apenas constitucionales, violó las normas de campaña, y más. No es de extrañar que los principales índices de democracia, incluido el proyecto Varieties of Democracy (V-Dem), consideren ahora a México un caso activo de autocratización", señaló el estudio realizado por Azul Aguiar Aguilar, Rodrigo Castro Cornejo y Alejandro Monsiváis-Carrillo.
Los intentos de López Obrador para reformar al Instituto Nacional Electoral (INE) fallaron en repetidas ocasiones durante su gestión. El plan A que buscó convertir al INE en el Instituto Nacional de Elecciones y Consultas, disminuir el número de consejeros electorales y someterlos a voto popular fue frenado en la Cámara de Diputados. En noviembre de 2022 AMLO anunció que promovería un segundo paquete de reformas para cambiar la ley electoral mexicana a la que llamó "Plan B", sin embargo, esta iniciativa fue invalidada en 2023 por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) por violaciones al proceso legislativo.
En su último año del sexenio, López Obrador pidió el apoyo de la ciudadanía en las urnas durante las elecciones federales del 2 de junio para llevar a cabo el Plan C, con el que obtuvo la mayoría calificada en el Congreso de la Unión y posibilitó realizar reformas constitucionales.
"Claudia Sheinbaum, protegida de AMLO y abanderada de su Movimiento Regeneración Nacional (Morena), ganó con aproximadamente el 60% de los votos. Su partido y sus aliados obtuvieron sólo el 54% de los votos en las elecciones legislativas. Sin embargo, el INE y el Tribunal Electoral otorgaron a la coalición Morena el 73% de los 500 escaños de la Cámara de Diputados y el 66% de los 128 del Senado, lo que dio a la coalición una supermayoría", detalló el estudio del Journal of Democracy.
Las afirmaciones de que la democracia en México no está en problemas "son simplistas", puesto que el estudio señaló que para el final del término de López Obrador "México estaba al borde de convertirse en un régimen autoritario competitivo". Asimismo, las esperanzas de que la presidenta Claudia Sheinbaum evitara los ataques a las instituciones democráticas que realizó López Obrador fueron demasiado optimistas, ya que la presidenta apoyó la reforma al Poder Judicial y la desaparición de los organismos autónomos como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (Inai) durante su campaña y después de asumir la presidencia. Aunque la democracia mexicana se mostró resiliente a los retos impuestos por López Obrador, señala el estudio, esto no será sencillo en el sexenio de Sheinbaum por la supermayoría que consiguió Morena en el Congreso.
"En 2024, con la presidencia del consejo (electoral) ahora estrechamente alineada con Morena, el INE jugó un papel crucial para ayudar al partido a asegurar una supermayoría fabricada en el Congreso después de las elecciones. El Plan C espera ahora a Sheinbaum, que se ha comprometido a llevar a cabo una reforma electoral constitucional aún más amplia", afirmó el estudio.
Los esfuerzos de AMLO para alejar a México de la democracia se lograron en parte por el apoyo popular que el ex presidente afianzó en su sexenio. De acuerdo con el estudio, "en países como México, donde la polarización es alta, es probable que una proporción significativa de los ciudadanos sacrifiquen la competencia democrática en favor de sus intereses partidistas". Este efecto caracterizado como "polarización afectiva" por el estudio lleva a los ciudadanos a percibir a sus oponentes políticos como ilegítimos, lo que condiciona su ejercicio democrático.
"Esta polarización hace que los ciudadanos perciban a los partidos que no están en el poder como 'alternativas inaceptables', lo que hace que esos votantes sean más proclives a apoyar comportamientos antiliberales y antidemocráticos, como el cierre del Congreso o el apoyo a líderes fuertes que debilitan los controles y equilibrios", agregó el estudio.
0 Comentarios