Rebeca Marín
El dirigente sindical nació el 20 de diciembre de 1946 en San Luis Río Colorado, Sonora, y realizó todos sus estudios básicos en Mexicali, Baja California. Estudió la licenciatura de Economía en la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México.
Fue Secretario General del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Secretaría de Salud de 1995-1998. En este último año, fue elegido por primera vez como dirigente de la FSTSE. Y reelecto por 6 años más al frente de esa central burocrática en diciembre pasado, hasta 1930.
Ayala Almeida estuvo al frente de la FSTSE durante 27 años. Fue integrante y tuvo varios cargos en el PRI. Partido por el cual fue diputado, en dos ocasiones en la Legislatura 1979-1982; en la legislatura LVII 1997-2000; diputado federal 2006-2009 y Senador de la República por Baja California en el periodo 2000-2006 y en el periodo 2012-2018.
El pasado 20 de diciembre cumplió 78 años, y se le vio con ánimo en el Congreso Nacional Ordinario, el pasado 13 de diciembre, donde los delegados y representantes de los 82 gremios federados respaldaron la candidatura de Ayala Almeida.
Durante su gestión como dirigente como dirigente nacional del sindicato de salud, impulsó el proceso de descentralización de los servicios médicos en el país propuesto por el gobierno federal.
Alcanzó importantes aumentos salariales cada año para sus representados, así como prestaciones laborales a favor de los empleados públicos federales y la capacitación de estos para eficientizar la atención a la ciudadanía.
A la fecha sigue siendo un firme impulsor del servicio civil de Car, mecanismo que permite a los trabajadores de base del gobierno federal, ser tomados en cuenta para desempeñar puestos de dirección dentro del aparato gubernamental.
Promotor del programa nacional de vivienda, plan sin precedente, apoyado por la administración del presidente Vicente Fox Quesada.
Estructuró una nueva prestación económica a favor de los empleados públicos federales, al acordar con las autoridades hacendarias el pago a sus agremiados de un bono anual a través de vales equivalente a una cantidad similar a la del aguinaldo.
También declaró su rechazo al programa nacional de retiro voluntario, convencido de qué lo más valioso para el trabajador es preservar su empleo.
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