En dónde tienen sus orígenes las murallas? ¿Con qué fin surgieron? ¿Miedo? ¿Terror? ¿O estrategia de gobierno?
La Gran Muralla China, con una longitud cinco veces la de Estados Unidos, se erigió como una barrera defensiva, pero al mismo tiempo para demostrar el poderío del país.
El relato bíblico también narra la existencia de murallas en Jericó, derribadas ante la incesante marcha de los israelitas y el sonar de sus trompetas.
Esos y otros sitios o ciudades, tienen historias de murallas para protegerse de los invasores o de piratas como es el caso de Campeche.
Lo anterior viene al tema, debido a que prácticamente durante todo el sexenio pasado el paisaje del Zócalo fue modificado radicalmente.
En infinidad de ocasiones, Palacio Nacional y monumentos históricos del centro de la Ciudad de México, fueron circundadas por murallas.
Las movilizaciones de cualquier naturaleza, adversas al gobierno, eran el pretexto ideal para imponer vallas o muros metálicos hasta de tres o más metros de altura.
Las imágenes son elocuentes: mujeres, en su mayoría amartillando muros o bien lanzando bombas improvisadas contra guardianes del orden.
El 6 de marzo de 2024, un grupo de normalistas derribó una puerta de Palacio Nacional, en el momento en que Andrés Manuel López Obrador dictaba su conferencia de prensa.
Las vallas y murallas también recibieron a los manifestantes de la Marea Rosa que se movilizaron en defensa del Instituto Nacional Electoral (INE) y de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN).
Una situación de esa naturaleza, no sucedió cuando el opositor López Obrador realizaba sus concentraciones masivas en la Plaza de la Constitución.
Pero los tiempos cambian de manera radical, y con el arribo del gobierno de la 4T, el Zócalo se convirtió en un búnker para el cuidado y la seguridad de la investidura del oriundo de Macuspana.
De hecho, primero prohibieron la circulación vehicular frente a la sede del Poder Ejecutivo; sólo la mitad era usada para el paso de autos.
Pero en la recta final del anterior gobierno de la Ciudad de México, de plano se cerró el paso a los vehículos en la Plaza de la Constitución, con el pretexto de que sería solo peatonal.
En estos momentos, a poco más de 100 días del actual gobierno, las cosas no son diferentes, el Zócalo sigue circundado por las vallas.
A eso le agregaron el cierre constante de la estación Zócalo del Metro, ante la constante inconformidad de usuarios que deben hacer sus traslados a pie desde Pino Suárez o Allende.
Eso es lo que sucede en el primer cuadro de la ciudad capital.
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