Rebeca Marín
La subsecretaria de Programas de Alcaldías y Ordenamiento de la Vía Pública de la Secretaría de Gobierno local detectó que en el Centro Histórico hay alrededor de 12 mil comerciantes ambulantes, 20 por ciento más de los que había antes de la pandemia de Covid-19.
Y con la llegada de las romerías por el fin de año el toreo en la zona se incrementó el número, por lo que fueron desplegados alrededor de 500 servidores públicos, entre elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana y personal de la Autoridad del Centro Histórico quienes están abocados en que haya seguridad, tránsito y vialidad correcta y que, el ambulantaje no genere problemas.
La Autoridad del Centro Histórico reportó que en noviembre y diciembre se llevaron a cabo 815 recuperaciones del espacio público y en lo que va de diciembre van 140 además se que se llevaron a cabo mil 359 decomisos en noviembre y 208 en lo que va de diciembre.
Y a solicitud de Rogelio del Castillo Bricker, director general de Gobierno y Protección Ciudadana se implementó un dispositivo de recuperación de espacios públicos con la finalidad de inhibir el comercio no formal que se establece en República de Guatemala y Correo Mayor en la Colonia Centro de la Alcaldía Cuauhtémoc a donde llegaron 30 elementos de la Policía Auxiliar para inhibir la venta informal.
Además, a diario se realizan actividades de contención para evitar que los llamados toreros vendan en las calles, principalmente en el denominado circuito financiero, mediante la concertación, recorridos con efectivos de la Policía Auxiliar y sanciones a los grupos a los que pertenecen los ambulantes.
Es un hecho sabido que los llamados toreros desaparecen del Centro Histórico desaparecen cuando llega el personal de la dependencia capitalina.
Para pasar inadvertidos las autoridades capitalinas confirmaron un equipo que no porta chalecos o distintivos que los identifiquen y son los encargados de reportar y tomar fotografías de los lugares donde hay toreros, como evidencia y proceder a su retiro.
También existen zonas en donde es tolerado el comercio ambulante de manera permanente; sin embargo, con las evidencias de los auditores, cuando torean se les castiga impidiéndoles trabajar en los lugares que tienen.
La supervisión de las diferentes áreas en la que está dividido el Centro es constante a lo largo del día para evitar que se coloquen, al buscar siempre un acuerdo con los líderes por medio de la concertación o incluso de los castigos.
Los castigos consisten en formar, desde muy temprano, una línea de agentes de la Policía Auxiliar que les impide instalarse en las zonas que tienen asignadas y los vendedores lo respetan, porque saben que incurrieron en una falta.
La Subsecretaría de Programas de Alcaldías y Ordenamiento de la Vía Pública de la Secretaría de Gobierno local eximieron que antes de la pandemia había alrededor de 10 mil vendedores ambulantes.
Es decir, 59 por ciento menos a los registrados hace más de una década, cuando hubo 17 mil; sin embargo, el cierre de negocios, los despidos y la falta de oportunidades laborales tras la emergencia sanitaria ocasionó que ahora sean aproximadamente 12 mil.
La venta informal de mercancía es de las últimas alternativas que los capitalinos realizan para salir adelante con sus gastos.
Por lo anterior y para evitar que haya más desdoblamientos, las autoridades trabajan todos los días para retirarlos de las zonas donde está prohibido y evitar que la gente toree.
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