Martín Aguilar
A consecuencia del consumismo y la comercialización de productos, algunas de nuestras tradiciones han ido perdiendo su valor histórico o religioso; sin embargo, la cultura es una de las cosas que da sentido a la existencia humana.
Durante la trasmisión del programa, Del Pasado al Futuro, conducido por Rosalía Buaun y la Lic. Ruth Villanueva, acompañados por el director de las revistas Cúspide y Liberal Metropolitano, Lino Calderón, al igual por Jorge Naciff
Naciff señaló que las tradiciones nos ayudan a construir y a darle un significado a nuestra historia, como individuos y como sociedad, recordando que la familia es la base de ésta. Por ello, es nuestra responsabilidad transmitir las normas y valores que hemos adquirido a través de nuestras tradiciones a las siguientes generaciones.
Por medio de símbolos o ritos que se practican en comunidad, estimulamos las emociones y logramos reflexionar acerca de quiénes somos, cuál es nuestro origen y hacia dónde queremos ir, aclaró
¿Quién no recuerda la emoción de dar el grito el 15 de septiembre? o el respeto con que se pone el altar en el día de muertos, prácticas como estas refuerzan en nosotros lo que es ser mexicano.
Algunas otras tradiciones te colocan en un lugar importante, como cuando el más pequeño de la familia, es quien arrulla primero al Niño Jesús en la Navidad, esto no sólo aumenta la fe, sino que enseña a los niños el origen propio y de la familia, además, estrecha los lazos emocionales potenciando el desarrollo afectivo.
Naciff recordó que la historia nos cuenta que las posadas llegaron con la conquista española, cambiando así la tradición de los aztecas, quienes celebraban durante el mes del Panquetzaliztli (diciembre) la llegada de su Dios Huitzilopochtli. Esta celebración comenzaba el 6 de diciembre con una duración de 20 días y consistía en colocar banderas en los árboles frutales y estandartes en el templo principal.
Pero con la llegada de los españoles es que se establecen los festejos llamados "misas de aguinaldo", llevados a cabo del 16 al 24 de diciembre. Dichas misas eran realizadas al aire libre, en donde se leían pasajes y se realizaban representaciones alusivas a la Navidad, lo que hoy conocemos como Pastorelas. Además, se daban pequeños regalos a los asistentes conocidos como "aguinaldos".
El cronista dijo que la forma de pedir posadas navideña sigue y seguirá cambiando, toda vez, que en las más recientes "posadas" que se realizan con las nuevas generaciones la tradición ya no es "pedir posada", sino solamente convivir, comer comida tradicional, consumir bebidas de todo tipo y pasar un buen rato con los seres queridos, aunque es cierto que cada familia cuenta con su propia forma de organizar posadas.
El significado de las posadas navideñas va más allá de convivir en familia o con amigos, tiene una relación directa con la iglesia católica y los feligreses, toda vez, que representa el viaje que hizo la Sagrada Familia conformada por María y José a Belén, ya que huían de Herodes, un personaje bíblico que los estaba buscando para hacerle daño a Jesús.
Con el paso del tiempo, se incluyó el significado de valores muy importantes como la generosidad, amor, humildad, fortaleza, familia, alegría confianza, y hasta la justicia.
En México se tiene la tradición de celebrar nueve posadas navideñas consecutivas, cuyo significado esta relacionado con la llegada de José y María a Belén desde Nazaret, así como el nacimiento del Niño Jesús, toda vez, que se representa anualmente el pasaje bíblico.
Pero sabías que cada una de las nueve posadas cuenta con un significado exclusivo y hace alusión a un valor humano que toda persona debería tener presente día a día
Naciff afirmó que las posadas, que llegaron con la conquista española, son representadas por grupos de personas -sin importar el número- que se dividen en dos, uno se coloca fuera de la casa y el otro adentro.
Los que se colocan afuera representan a la Virgen María y a José y con villancicos navideños piden asilo a los de la casa, quienes a su vez les contestan también con canciones de esta época.
Agregó que esta representación se lleva a cabo de esta manera porque, según la tradición, María y José tuvieron que ir de puerta en puerta pidiendo posada.
Tras esta escenificación, los presentes en la posada rompen la piñata -ollas de barro rellenas con fruta y forradas con papeles de colores- que según la tradición deben tener forma de estrella con 7 picos, pues cada uno de ellos representa a los pecados capitales.
Y termina con la llegada de los Reyes Magos el 6 de enero cuando van siguiendo una estrella y se postra sobre el pesebre en el que se encuentra el Niño Jesús con la Virgen María y José el día de la Epifanía del Señor, cuando le llevan oro, incienso y mirra.
0 Comentarios