Tras los ataques del senador Adán Augusto López, el diputado Ricardo Monreal pronosticó el deterioro de Morena, pues dice que cuando se gana de forma tan contundente, irremediablemente afloran las diferencias internas e inician las campañas mediáticas contra uno de los suyos.
"Así comienza el deterioro estructural de los movimientos sociales", publicó en sus redes el zacatecano, quien identifica a López como el autor de la campaña en su contra.
Y como hasta un niño de pecho sabe que en política no hay casualidades, el diferendo es para acabar con uno de los dos –o con los dos–, pero probablemente dañará el proyecto de Morena.
Si bien el ataque lo inició Adán Augusto desde la tribuna del Senado, en su círculo dicen que el tabasqueño fue desafiado primero por Monreal, al pichicatearle el presupuesto de la Cámara alta para 2025.
Le pudo haber reclamado, o haber enviado un mensajito a través de un trascendido, pero usar la tribunal senatorial para acusarlo de mantener "añejos negocitos" por más de cien millones de pesos, y que levantaría una denuncia, es ponerle la etiqueta de corrupto a su colega.
Es público que Adán Augusto es hermano de vida del expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien ha tenido una relación de amor-odio con el exgobernador de Zacatecas, que ha llegado en varias ocasiones al rompimiento.
Todo el mundo recuerda que en 2018 el tabasqueño no le concedió la candidatura a jefe de Gobierno de la Ciudad de México, y que se la dio a Claudia Sheinbaum. La encuesta morenista lo envió al último lugar, incluso detrás de Martí Batres y Mario Delgado; Monreal se alejó.
Pero como el zacatecano empezó a coquetear con Miguel Ángel Mancera, gobernante del DF, y tenía la *bendición del presidente Enrique Peña Nieto para que fuera el candidato de la alianza PAN-PRI-PRD y MC, Andrés Manuel vio el peligro y tuvo que buscarlo.
Le ofreció ser líder del Senado y volvieron a acercarse, hasta los comicios de 2021, donde la 4T lo acusó de operar para que Sandra Cuevas derrotara a Lola Padierna en Cuauhtémoc. Además, de haber ayudado a la oposición a ganar la mayoría de las alcaldías de la capital.
El Presidente lo envió dos años al destierro, hasta que lo necesitó. Una vez más Monreal lanzaba guiños a la oposición para la candidatura presidencial, por lo que fue llamado a Palacio Nacional, donde seguro le hicieron una oferta que no pudo rehusar; salió flojito y cooperando.
Una vez más Claudia era la elegida, por lo que pidió a Andrés Manuel ser candidato a la Jefatura de Gobierno. El Presidente le puso como condición anotarse entre las corcholatas presidenciales.
Obviamente, Monreal quedó en el sótano de las encuestas morenistas, pues en la 4T lo aborrecían. Con esos números tampoco podría competir por la capital; el tabasqueño se la volvió a hacer, y a cambio de que le levantara la mano a Sheinbaum, lo hicieron diputado federal.
Tejió para que lo eligieran líder en San Lázaro, sobre Alfonso La Polla Ramírez Cuéllar, el favorito del oficialismo, y también impuso a Pedro Haces como operador político de la fracción, lo cual caló hondo entre los duros del grupo.
Pero lo necesitaban para sacar el plan C; una vez logrados los cambios, dicen que Morena ya no lo necesita y que van por su destitución.
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