Rebeca Marín
Las empresas en México continúan padeciendo el robo del transporte, con hechos de violencia cada vez más complicados, por la alta capacidad de fuego que tiene la delincuencia organizada; además, se ha detectado como se están configurando los grupos delictivos, que cada vez más aplican la contrainteligencia, utilizan más tecnología, por lo que los retos que enfrentar los empresarios son mayores, resaltó Herschel Shultz Chávez, director general de ASUME.
En las datas de las asociaciones: AIB, CNB, AMBA pertenecientes a la Agrupación reportan que hay un crecimiento sostenido en el tema del blindaje en el país, y ya casi reportan doble dígito, en el incremento de blindaje, no sólo en los automóviles, sino también arquitectónico y corporal, lo cual significa cómo se va redefiniendo la violencia, no sólo en zonas rurales, sino también en las ciudades.
Se ha tenido un incremento del 8% de la modalidad del blindaje por ataques y uso de armas letales contra civiles (armas de fuego, drones y explosivos).
En tanto, Alejandro Malagón Barragán, presidente de la Concamin resaltó que los espacios donde más se percibe esta inseguridad, en la población mayor de 18 años, son el transporte público (62.7%), las carreteras (53.7%) y las calles (52.3%).
La inseguridad ha generado un aumento significativo en los costos operativos, ya que las empresas se ven obligadas a invertir en medidas de seguridad adicionales, tales como vigilancia, rastreo satelital, custodia de carga y protección ejecutiva, citó el dirigente empresarial.
Además, sectores estratégicos, como el agroindustrial, el mayorista y la manufactura, están particularmente vulnerables al robo de mercancías y la extorsión, lo cual encarece productos y afecta las cadenas de suministro.
En la industria de la seguridad privada, trabajan cerca de 900 mil personas en todas las modalidades, lo cual los pone en el top 10 de los sectores que más generan empleos en el país.
De acuerdo al INEGI el número de empresas de seguridad privada registradas en el país son poco más de 6300 las que están registradas como seguridad privada, un registro federal son un poco más de 1500, en tanto el IMSS tiene otros datos.
En el encuentro se reafirmó el compromiso de ASUME con la CONCAMIN de avanzar en el objetivo de convertirse en la Cámara Nacional de la Industria de la Seguridad Privada, integrando de manera oficial a este sector en el ecosistema de cámaras industriales del país.
En su participación Armando Zúñiga, presidente de Agrupaciones de Seguridad Unidas por México (ASUME), Sociedad Nacional de Industriales de Seguridad Privada A.C., comentó: "estamos viviendo momentos complejos a nivel global y con oportunidades como la relocalización y llegada de inversión, el desarrollo de infraestructura en nuesro país pero a la vez, en un ambiente volátil por mercados internacionales, conflictos globales y la insegurida que esta viviendo México por las actividades criminales en varios estados de la República".
Ante la presencia de Alejandro Malagón Barragán, Presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN), Armando Zuñiga expuso que buscan consolidar la colaboración entre ambas organizaciones y avanzar en los objetivos estratégicos de la industria de la seguridad privada en México.
Hector Coronado, Presidente de GEMARC, Grupo de Ejecutivos en Manejo de Riesgos Corporativos A.C.; de la Senadora Lucía Trasviña / Presidente de la Comisión de Seguridad; de Claudia Sánchez Porras / Directora General de CANACAR y de Sony Chalouh Jrade / Presidente de la Cámara de Comercio México-Israel.
Armando Zuñiga resaltó la importancia de pertenecer a la CONCAMIN porque sus productos y servicios son transversales y a la fecha, no hay una sola que no contrate un guardia o instale una cámara, un gps, etc.
En su participación, Alejandro Malagón Barragán, presidente de la Concamin subrayó la trascendencia de abordar uno de los temas más apremiantes que enfrenta el sector industrial en México: la inseguridad.
Dijo que a través de ASUME se conoce la información que refleja el impacto directo que la inseguridad y violencia tienen sobre las empresas afiliadas a nuestras cámaras y asociaciones.
Por su parte, resaltó, la incertidumbre generada por los altos índices de violencia en algunas regiones ha resultado en una reducción de inversiones, tanto nacionales como extranjeras.
En algunos casos, las empresas se ven forzadas a trasladarse a zonas más seguras, lo que repercute directamente en su eficiencia logística y en la productividad.
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