La actual legislatura de la Cámara de Diputados está a punto de concluir un mandato presidencial.
Fusionada a Palacio Nacional la Cámara Baja acató al pie de la letra la orden del Presidente Andrés Manuel López Obrador.
Aprobaron en comisiones una repudiada reforma judicial que no tomó en cuenta ninguna propuesta del otro poder del Estado mexicano.
¿Hasta dónde llegará la Legislatura que inicia el 1 de septiembre? La bancada de Morena tiene la indicación de aprobarla de inmediato.
¿Pero la oposición se quedará de brazos cruzados? ¿Interpondrá una controversia Constitucional?
Es este caos político hoy mucho por recorrer una vez que inicie el siguiente periodo ordinario de sesiones, y deje el cargo Obrador.
Claudia Sheinbaum asumirá el cargo el 1 de octubre. ¿Le dará continuidad a todo este embrollo político?
López Obrador decidió pausar la relación con Estados Unidos y Canadá que han discrepado en torno a su propuesta de reforma judicial.
Una crisis institucional será la recepción oficial de Sheinbaum con un potencial electoral de casi 36 millones de votantes.
¿La presidenta tiene la obligación de cargar sobre sus hombros con todo el enredo causado por su predecesor?
Hay demasiado qué dilucidar a partir del inicio de la siguiente administración. La historia sólo tiene registro de un poder tras el trono desde la época de Plutarco Elías Calles.
Pero Lázaro Cárdenas, se deshizo del maximato exiliando a Calles, al sacarlo del país de madrugada.
Carlos Salinas fue un poderoso presidente que pretendió controlar el poder desde la fallida candidatura de Luis Donaldo Colosio.
Al arribo al poder, Ernesto Zedillo ordenó la detención de Raúl Salinas para someter al entonces ex presidente que se volvió iracundo e inició una huelga de hambre en protesta.
Ni Vicente Fox, ni Felipe Calderón y menos Enrique Peña Nieto, dominaron sobre sus predecesores.
Hoy todo la esfera política nacional gira en torno al enorme poder y dominio de López Obrador.
Este lunes un diario de circulación nacional difundió en primera plana que el Presidente se va con una aprobación del 73%.
¿Por qué actuar de esa manera? López Obrador presumió de nuevo sus elevados índices de aceptación, según lo difundido.
La cuestión es que la popularidad no está en ninguna legislación, por lo cual no le permite abusar del poder para imponerse al Legislativo y Judicial.
0 Comentarios