Rebeca Marín
Con el objetivo de que puedan alcanzar su máximo potencial en su crecimiento infantil, la Secretaría de Salud de la Ciudad de México (SEDESA), en coordinación con el IMSS-BIENESTAR, cuentan con el servicio de estimulación temprana para la atención de niñas y niños desde recién nacidos hasta los cuatro años de edad de manera gratuita.
La dependencia detalló que la estimulación temprana es importante durante los primeros años de vida, cuando el cerebro de los niños se desarrolla con mayor rapidez, es decir, hay una gran cantidad de aprendizaje, por ello, la velocidad en la adquisición de conocimientos debe aprovecharse.
Sobre el tema, Zaira Carolina Rosario Hernández, responsable estatal de Atención a la Salud de la Infancia, explicó que durante la presente administración se han otorgado 15 mil 857 atenciones de este tipo.
"Los beneficios que se obtienen con la estimulación temprana son: mejora la capacidad de concentración, memoria y creatividad, impulsa sus competencias psicomotoras, facilita la adquisición del lenguaje, despierta el interés de explorar y aprender, favorece las habilidades sociales y refuerza su autoestima", dijo.
La doctora detalló que dicho servicio se ofrece en 93 Centros de Salud T-II y T-III, así como en cinco Clínicas de Especialidades. De enero de 2023 a mayo de 2024, fueron atendidos 6 mil 873 pacientes infantiles de primera vez. La atención en cada una de estas unidades médicas es gratuita y universal y se da con una política de cero rechazos.
"A los pequeños se les realiza una prueba para ver si están con un desarrollo normal y puedan ser atendidos en el área de estimulación temprana. Los niños que tienen un riesgo de retraso, se refieren al segundo nivel para que los revise un especialista", informó.
Carolina Rosario indicó que todas las actividades que se les imparten a los niños son lúdicas, por lo que aprenden a través de juegos, canciones y el contacto con padres y madres. Además, se les impulsa a que gateen, sonrían, agarren las cosas y rueden por el piso.
En dichas actividades participan los papás y mamás para que, una vez capacitados, puedan replicar los ejercicios todos los días en sus casas.
Y dijo que intervenir de manera temprana en la educación de un bebé implica entrenar y estimular el cerebro en el momento crítico en que el niño empieza a pronunciar sus primeras palabras, a desplazarse y a explorar el mundo por sí mismo.
La educación temprana también favorece que el pequeño pueda aprovechar el proceso de aprendizaje y adquirir nuevas estrategias eficaces para interactuar con su entorno, es decir, que el niño aprenda a aprender.
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