Los alcaldes de oposición que perdieron sufrirán un poco más, ya que el alud de votos que obtuvo Morena en las elecciones les garantiza, no sólo el control del Congreso de la CDMX, sino también el de los órganos revisores y sancionadores de la administración pública.
Y es que quienes lleguen como alcaldes buscarán hasta debajo de las piedras cualquier anomalía de sus antecesores, para mantenerlos a raya o incluso ir por ellos a través de investigaciones sobre el uso que hicieron del presupuesto.
Un ejemplo es La Magdalena Contreras, donde Fernando Mercado venció a Luis Gerardo El Güero Quijano, con quien tiene serias diferencias, pues el ganador se quejó en campaña de que su contrincante se metió con la familia, y eso no se lo va a perdonar.
Hace algunos años ambos eran compañeros y amigos. Lucharon juntos por la conquista de ese territorio, bajo las siglas del PRI, y se turnaron una curul en la bancada tricolor de Donceles.
Previo al proceso de 2018 rompieron; Mercado brincó a Morena siendo alcalde priista y ahí quedó declarada la guerra. Su rivalidad se acrecentó en 2021, cuando Quijano ganó la alcaldía y se dedicó a desmantelar cualquier vestigio de su excamarada.
Pero, tres años después, el destino los llevó a ser rivales directos en la lucha por la alcaldía. Todo apuntaba a que El Güero refrendaría su mandato, y acrecentó los ataques en contra de Mercado; la lucha ya no era sólo política, sino también personal.
Al final, el morenista ganó, y se prevé que ahora sea él quien persiga a su excompañero para desterrarlo no solamente de La Magdalena Contreras, sino incluso pida auditar su administración, al fin que los órganos sancionadores están en manos del oficialismo.
Y eso incluye la Contraloría, la Auditoría Superior y hasta la Fiscalía General de Justicia de la capital.
Una situación similar se podría presentar en Tlalpan, donde Alfa González no pudo reelegirse y cayó ante Gabriela Osorio. Quizás ahí el tema no sea directamente contra Alfa, pero como dejó entrar a Jesús Zambrano y su clan para pellizcar el presupuesto, igual se la cobran.
Sobre todo porque Zambrano y lo que queda de Los Chuchos quieren asentarse en la CDMX –donde no son bien vistos por el gobierno– tras perder su registro nacional. Ninguno de ellos alcanzó curul para escudarse en el fuero, y la 4T tiene la oportunidad de darles la estocada final.
Pero también hay que poner ojo en la entrega-recepción entre morenistas, pues, por ejemplo, en Iztacalco nunca hubo química entre la ganadora, Lourdes Paz, y su antecesor, Armando Quintero, quien no la apoyó del todo, pues jamás fue su candidata.
Si bien es difícil que Lourdes pudiera corretear a Quintero, sí le puede pegar donde más le duele: que les cierre la llave a sus negocios en esa alcaldía.
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