Rebeca Marín
Fue el pasado viernes 7 de junio cuando ocho jóvenes resultaron intoxicados al parecer por alcohol adulterado, así como por sobrecupo en el lugar, ya que se llevaba a cabo una tardeada, en la que se vendieron muchos más boletos de los permitidos, lo que ocasionó una estampida y ante la falta de una salida de emergencia, los asistentes, en su mayoría chicos de entre 15 y 20 años, se arremolinaron en el pequeño pasillo y escaleras que conducían a la salida a la calle, causando que se aplastaran y que les faltara el aire, pero por fortuna, no hubo pérdidas humanas que lamentar.
Al lugar acudieron paramédicos del ERUM quienes atendieron a varios jóvenes, varios de ellos quedaron tendidos sobre el asfalto de la calle Madero con dificultades para respirar y ocho de ellos se encontraban intoxicados por consumo de alcohol.
Al establecimiento llegarían autoridades quienes resguardaron el local y fue hoy, que las autoridades después de verificar los documentos con los que contaba el dueño, dictaminó que no contaba con los permisos ni cumplía con los reglamentos en regla, por lo que fue clausurado.
La misma medida fue tomada para el restaurante de mariscos el Camarón Guasaveño, ubicado sobre Fray Servando casi esquina con Bolívar, en la colonia Obrera, donde el pasado 16 de junio, fueron agredidos un padre y su hijo, por negarse a que el personal del Valet Parking les lavara su auto.
Tres sujetos los golpearon y a un joven de 21 años, le rompieron la nariz.
Pese a la agresión contra estas dos personas, solo fueron detenidos los tres trabajadores del Valet Parking, clausurada el área del estacionamiento, pero el establecimiento continuó operando, sin que los dueños o el gerente respondieron por la agresión contra los dos clientes.
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