A más de 48 horas de que se diera el último debate entre los aspirantes a la Jefatura de Gobierno de la CDMX, ¡en el que se tocaría el tema de la inseguridad!, ocurrió un atentado a balazos en contra de la candidata a alcaldesa en Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega.
De no ser por la gravedad que reviste el asunto, alguien habría dicho que el atentado le vino como anillo al dedo al opositor Santiago Taboada y a los candidatos de la alianza Va X la Ciudad de México, que en masa salieron a apoyar a su compañera Alessandra.
Pero el tema es muy grave, pues se enmarca en las agresiones –y, en ocasiones, muertes– de opositores que buscan un cargo público. Y, peor, en la capital del país, donde se supone que la vigilancia es mayor, pero los órganos de justicia son manejados por Martí Batres y su cuñado.
Al atentado contra Rojo de la Vega se suma el reciente allanamiento a la casa de campaña de la aspirante aliancista a Iztapalapa, Karen Quiroga, quien denunció que la policía entró al inmueble en busca de dos presuntos asesinos.
Pero también está la reciente detención de Elvira Díaz, comerciante del mercado La Merced, una semana después de haberle organizado un recorrido por ese mercado a Taboada, supuestamente por la portación de más de 600 paquetes con sustancias ilícitas.
La lideresa es cercana a las organizaciones dirigidas por Diana Sánchez Barrios, quien en 2021 fue detenida justo antes de las elecciones, y que apenas el año pasado pudo llevar su proceso en libertad.
Estos acontecimientos opacaron el tema que Batres y su cuñado Ulises Lara, el abogado patito que está encargado del la Fiscalía de Justicia de la CDMX, habían destapado sobre otro supuesto escándalo inmobiliario en Benito Juárez.
Casualmente, lo habían hecho público a dos días de este último debate, pues, además de la inseguridad, otro asunto a discutir sería el inmobiliario en la capital, por lo que intentaron darle algo de parque a Clara Brugada para atacar a Taboada.
No contaban con el atentado contra Alessandra, un tema con el que se identifica más la población, por haber padecido este tipo de agresiones, que con temas inmobiliarios, asunto ya muy desgastado.
Este tercer debate no hizo más que reafirmar que la continuidad que propone Brugada es indefendible, porque está prometiendo lo que en casi 30 años no hizo el equipo que gobierna, sobre todo en los últimos seis años.
Se aventó la puntada de prometer que, con ella, la capital sería una ciudad más vigilada que Nueva York, lo que hizo recordar aquello de que en salud estaríamos mejor que Dinamarca.
En resumen, se habló una vez más de la continuidad de un proyecto oficialista indefendible, de una opción de cambio generacional opositor y de un proyecto testimonial como el de MC.
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