Rebeca Marín
La finalización abrupta de la relación laboral genera una serie de preocupaciones en el afectado, tales como incertidumbre financiera, temor a los cambios y angustia por buscar nuevas oportunidades laborales, advierte una encuesta realizada por OCC, bolsa de trabajo vía internet.
De acuerdo con la empresa, 59% de los participantes señaló que un despido conlleva niveles significativos de estrés y ansiedad, impactando negativamente en su bienestar mental y emocional a largo plazo.
Además, 19% de los encuestados expresó que la experiencia del despido puede desencadenar sentimientos de tristeza que evolucionan hacia episodios de depresión. Esto se relaciona con problemas de identidad profesional, arrepentimientos y dudas sobre su propio desempeño.
Por otro lado, 12% resaltó la sensación de rechazo que se experimenta tras un despido, especialmente cuando no hay una justificación clara que explique las razones detrás de la terminación del contrato y una retroalimentación que le permita comprender sus áreas de oportunidad.
Finalmente, 10% consideró que un despido impacta negativamente en la autoestima del trabajador. Entre los comentarios de los encuestados surgieron puntos de vista donde se exponía cómo este suceso impacta en la autoconfianza, la motivación y el desempeño durante las entrevistas de trabajo subsiguientes, lo que dificulta aún más la búsqueda de empleo.
Adicionalmente, varios participantes señalaron que los efectos mentales y emocionales del despido pueden manifestarse juntos y en una o distintas etapas, afectando diversos aspectos de la vida, no solo el ámbito laboral, sino también el personal.
Además de compartir su experiencia personal y sus opiniones sobre el impacto emocional y mental que conlleva un despido laboral, los trabajadores han abordado el tema del apoyo que buscan durante este momento.
El 70% mencionó que, al finalizar una relación laboral, tienden a buscar apoyo emocional en sus parejas, amigos y familiares. Destacaron la importancia de contar con alguien cercano en momentos complicados, ya que el apoyo recibido puede influir en la motivación y recuperación tras el despido.
En contraste, 13% manifestó no buscar apoyo externo, enfatizando en la importancia del amor propio y la valoración profesional individual como pilares para seguir adelante y minimizar la importancia de un evento que podría afectar su bienestar.
En cuanto a la búsqueda de ayuda profesional, 12% consideró que recurrir a psicólogos y asesores (coaches) puede ser beneficioso para comprender las razones detrás del despido, asimilar la situación y encontrar soluciones de manera más efectiva.
Asimismo, 5% de los participantes mencionó la importancia de su red de contactos, incluyendo a ex líderes y compañeros de trabajo como una fuente de apoyo para encontrar tranquilidad y una perspectiva profesional para su siguiente paso laboral.
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