Aunque la llegada de Alessandra Rojo de la Vega a Cuauhtémoc se dio a través del PRI de Alejandro Alito Moreno, nadie duda que mucho tuvo que ver en esa decisión la opinión de la candidata presidencial del frente opositor, Xóchitl Gálvez.
Por alguna razón, la defensora de causas feministas está desde hace mucho en el ánimo de la hidalguense, pues desde el inicio la consideró para su equipo de campaña, sobre todo en redes sociales, donde la exdiputada es toda una influencer.
Fue así como primero recomendó que ocupara un lugar como candidata a senadora capitalina por el PRD, pero el espacio que dejó Adrián Rubalcava al renunciar al PRI, dejó libre el escaño que le tenían reservado para la Cámara alta.
Esto facilitó un enroque en las candidaturas, y la diputada Cynthia López Castro, quien aspiraba a la Cuauhtémoc, pasó a ocupar la candidatura al Senado que dejó Rubalcava, y Alessandra fue nominada a la alcaldía.
Aunque la decisión molestó a algunos sectores del tricolor y del PAN, Rojo de la Vega se ha ido estabilizando y ahora se ve como una candidata con posibilidades de pelear.
Otra señal de que Xóchitl tiene especial interés en la demarcación fue la llegada de Obdulio Ávila como coordinador de campaña de Alessandra, lo cual debe poner a pensar a Morena, quien va con Caty Monreal, la hija del líder del Senado.
Y es que Obdulio, además de ser un gran operador político, fungió como segundo de abordo con Gálvez cuando fue jefa delegacional en Miguel Hidalgo; o sea, es hombre de todas sus confianzas.
Esta incorporación es importante, pues si de algo sabe Ávila es de operación territorial, y recientemente lo demostró en Coyoacán, donde como coordinador de campaña de Giovani Gutiérrez lo llevó a la alcaldía.
Aunque Obdulio dejó su lugar como segundo de abordo en Coyoacán a finales del año pasado, ahora es reactivado por Xóchitl para que apoye a su candidata en Cuauhtémoc, y la cosa se pone más que buena.
Porque los morenistas no están mancos, e independientemente de que Ricardo Monreal sea un encantador de serpientes, Caty también tiene lo suyo y ha estado tejiendo alianzas.
Lo más difícil para ella será quitarse la marca de cartuchos quemados como Roberto El Gordo López, quien se dice líder en Cuauhtémoc, a pesar de que no pesa, y del bejaranista Manuel El Maizoro Oropeza, entre otros, que se siente con derechos de piso.
Porque personajes como Lola Padierna, que prefirió ser candidata por el Distrito 4 de Iztapalapa —que está tan papita que prácticamente es una pluri— y otros bejaranistas, no hay nada que temer, pues ya no representan nada.
¡Hay tiro!, como dicen en el boxeo..
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