El aguacate mexicano es uno de los invitados especiales que no puede faltar en la celebración del Super Bowl; sin embargo, este año, seis senadores del país vecino firmaron una petición a la administración del presidente Joe Biden para frenar su llegada a los Estados Unidos.
Así lo explica la columnista Jeanette Leyva Reus en su columna publicada en El Financiero, titulada El 'bloqueo' de EU al aguacate mexicano, en la cual señala que, aunque se prevé que el consumo de aguacate supere las 130 mil toneladas, el tema ya está "en la mira de senadores estadounidenses, que criticaron al país por la forma en cómo se produce".
En una carta dirigida a los secretarios de Estado, Antony Blinken, y de Agricultura, Thomas Vilsack, así como a la Representante Comercial de EU, Katherine Tai, los senadores demócratas Peter Welch, Benjamin Cardin, Tim Kaine, Martin Heinrich, Chris Van Hollen y Jeff Merkley externaron su consternación por "las consecuencias devastadoras" del comercio de aguacates con México.
¿La razón? Los legisladores argumentan que el aguacate que llega a territorio estadounidense cultivado desde tierras mexicanas "es sembrado en terrenos deforestados, con un uso irracional del agua y que ha sido denunciado por comunidades indígenas que al final son el blanco de ataques o asesinatos", refiere Leyva Reus.
Por este motivo, proponen negar los permisos de exportación del aguacate mexicano y evitar que sea vendido en el mercado estadounidense. Además, pidieron a los gobiernos de ambos países poner atención urgente en este asunto, destacando que con esta medida, "reduciría en forma drástica el incentivo económico para despejar bosques o atacar a las personas que los defienden."
Para mostrar su punto, los seis senadores citaron un reporte de Climate Rights International (CRI) y un artículo del diario The New York Times, en los que se documenta la tala ilegal de bosques para la siembra de aguacate en México, principalmente en los estados más exportadores de esta fruta como lo son Michoacán y Jalisco.
"Si bien hay un plan de trabajo adoptado por ambos países, en donde se supervisa la siembra del aguacate, éste se enfoca sólo en el tema de plagas, por lo que ahora piden se certifique que la tierra no fue deforestada ilegalmente, e incluso aseguran (sin mencionarlos) que hay funcionarios mexicanos interesados en que se incorpore este cambio.", apunta Leyva Reus.
Los senadores dieron un plazo de 45 días para que las autoridades correspondientes entreguen un informe "para prevenir que se importen aguacates vinculados con deforestación, el uso insostenible del agua y violencia."
De acuerdo con lo publicado por el CRI, actualmente México provee cuatro de cada cinco aguacates que se consumen en Estados Unidos, y sus exportaciones ascienden a 3 mil millones de dólares anuales.
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