Martín Aguilar
A partir de lo que fue un caso real en el proceso de un divorcio, Fernando Martínez de Velasco Molina escribió una novela para acercar la experiencia del derecho a sus alumnos, pero también para el público en general.
El abogado, la increíble defensa de una familia" fue presentada ayer, en el alma mater del autor, en el Auditorio Doctor Eduardo García Máynez de la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
En la presentación se definió al texto como una novela pedagógica y como una novela jurídica, y es este segundo término el que le agrada más para definir su obra.
Me parece que es una novela jurídica, porque dentro de la estructura de una novela se van dando los pasos de cómo se construye un procedimiento contencioso judicial en los tribunales y con ello, con lo novelado, vas aprendiendo cómo se construye un juicio y en qué acaban los procedimientos", comentó Martínez de Velasco.
En la presentación de "El abogado…" Participaron la jueza Sonia Alejandra García Beltrán; los ex consejeros jurídicos del Gobierno de la Ciudad de México Héctor Villegas Sandoval y Manuel Granados, y el periodista Federico Lamont.
El autor comentó que, como parte de su academia, una de las partes que considera importantes es poner un rostro a las partes en un proceso, lo que concretó al escribir la novela, una opción que no tuvo en su época como universitario.
Nunca las he leído, no sé si haya alguna (novela similar) en el mundo, yo no la conozco. Se me ocurrió de esto de dar clase, de aterrizar los casos, aquí tengo un ex alumno que te puede platicar cómo les doy las clases y, en ese sentido, de cómo platico las historias, es como mejor permea y mejor se les queda en la cabeza", dijo Martínez de Velasco.
En "El abogado…", el profesor universitario es el narrador del caso, uno de los protagonistas en una historia que se desarrolla en despachos y tribunales, para que los estudiantes identifiquen las partes que integran, en este caso, un proceso familiar.
La idea es esta: educando, ir transmitiendo la información de los que ya tenemos algunos ayeres en esto hacia las nuevas generaciones. No nos podemos morir, es lo que siempre sostengo, sin haberle dicho a las siguientes generaciones qué hacer y qué no hacer", comentó en la presentación el autor.
Durante su intervención, Manuel Granados dijo que los procedimientos judiciales cada vez se vuelven más técnicos en su etapa de prueba, donde el abogado debe ser más hábil y ágil en el conocimiento de las herramientas que le brinda la legislación procesal, para alcanzar la demostración de los hechos que se controvierten en juicio y de ahí, convencer al juzgador que quién sostiene una acción o una defensa, dice la verdad. Este libro no solo es una guía para el estudiante, sino que, también, se vuelve un invaluable instrumento de consulta para el litigante.
Después de 40 años de enseñanza de la Teoría y práctica del Derecho procesal civil y mercantil en la Universidad Panamericana, nos ha dado para integrar de manera fácil, pero bien documentada, todo aquello que constituye la prueba y sus alcances en juicio.
Héctor Villegas, señala que la demanda y su contestación están llenas de Derecho sustantivo contenido en leyes y códigos que rigen los derechos y obligaciones en la vida de las personas (ya físicas, ya morales).
Sin embargo, los expertos que se requiere ya en la preparación del material probatorio para convencer al juzgador de la veracidad de lo dicho en los escritos iniciales, es fundamental.
Alejandra García Beltrán, aseveró que este libro contiene amplias referencias doctrinales, a las leyes y a la jurisprudencia que rara vez se tiene en un solo lugar; comentado de manera fácil para el estudiante y con la debida profundidad para el profesionista del Derecho.
Con la ayuda ya de la abogada en que se ha convertido mi hija Fernanda, pudimos armar este libro con la finalidad de continuar con la enseñanza del Derecho Procesal.
Por último, Lamont añade que con base a la experiencia del profesor Villegas Sandoval, sus alumnos deben de aprender y adquirir toda la experiencia con la que cuenta el catedrático, para que, en un próximo periodo no muy lejano, sean ellos los que conforman el 20% de los jueces del Tribunal Superior de Justicia de la CDMX.
Para que sean ellos los que porten la camiseta de la UNAM y además de que sean los mejores jueces que haya dado la máxima casa de estudio a la sociedad, sean los pilares de otros futuros jueces y que cuenten con todas las bases y las herramientas para que puedan realizar su trabajo y un ejemplo a seguir.
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