Una política de continuidad plantea la aspirante presidencial de Morena, Claudia Sheinbaum.
¿Pero es en realidad lo que le falta a México? ¿Continuar con lo mismo? ¿Ha sido un éxito el gobierno de Andrés Manuel López Obrador?
Es evidente que los resultados son por demás catastróficos. El alza a las gasolinas se mantiene imparable, y estos días ha llegado a 28 pesos el litro.
La carestía lleva una sistemática carrera alcista que ha disparado los precios a aumentos impensables, previo al inicio de la llamada "cuarta transformación".
Al rey de los mítines, del cash y "gran corruptor" se le ha revertido hasta las frases de su activismo político: "el pueblo unido, jamás será vencido".
¿Y qué sucedió? En Texcaltitlán, Estado de México, la población se levantó en contra del crimen organizado.
El pueblo sabio echó por tierra la política de "abrazos no balazos" de López Obrador, y mató a ocho criminales que los tenían hartos de extorsiones.
Las versiones van y vienen. En desayunaderos políticos, entre analistas y denuncias de políticos opositores, los comentarios son: López Obrador se alió con el crimen organizado.
Eso se deduce de sus constantes viajes a Badiguarato, Sinaloa, cuna de la mayor dinastía del narcotráfico: la familia de los chapos.
Las masacres están imparables. Ya no causan estupefacción, mucho menos preocupación en el rostro del Presidente cuando le preguntan sobre el tema.
La expresión más notable del mandatario es reírse, y decir que la muerte de los jóvenes una y otra vez, tiene que ver con la venta de drogas.
Ante la impotencia de resolver el grave problema de los desaparecidos en México, el camino más fácil es desaparecer la abultada cifra de desaparecidos.
Victimiza a las víctimas y al mismo tiempo se hace la víctima, y culpa a sus opositores de estar en contra de sus decisiones.
Adicional a lo anterior, se ha filtrado que en Palacio Nacional ha cundido el pánico porque en sus encuestas Xóchitl Gálvez avanza inexorablemente.
Más aún en el encuentro que Xóchitl y Sheinbaum sostuvieron con el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, a ambas les dejó en claro que Estados Unidos no tiene preferencias.
La postura del vecino país del norte, no cayó nada bien en los altos y amplios salones de Palacio Nacional.
El pintar los cielos de la Ciudad de México con drones la frase "Feliz fin de AMLO", desató la ira de los morenistas que se dispusieron a denunciar a Xóchitl.
¿Más de lo mismo es lo que requiere México? Es lógica la percepción de una inviable continuidad.
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