Aferrada a quedarse cuatro años más como fiscal general de Justicia de la Ciudad de México, Ernestina Godoy se encamina al paredón, manchada por señalamientos de presunta plagiaria de su tesis de licenciatura, persecución política y represión.
La aún fiscal está acabando con lo que le queda de reputación, y será muy vergonzoso que hoy sea rechazada públicamente en el Congreso capitalino, pues los votos no le alcanzan para su reelección.
Desde el 13 de diciembre PRI, PAN, PRD y MC le dejaron claro que no la quieren, a pesar de las amenazas de carpetas judiciales y ofertas de cañonazos millonarios a diputados. La oposición no cedió ni un milímetro.
A fin de evitar el ridículo, Morena reventó entonces la sesión y pateó el bote mientras ejercía todo tipo de presiones para doblar a los diputados, o dar un albazo en pleno receso legislativo; intentaron ambas cosas.
Hace cuatro años, los morenistas torcieron la ley para nombrar a Ernestina como fiscal autónoma de la capital. Hoy, en compañía de sus rémoras del PT, Verde Ecologista y sus asociaciones parlamentarias, intentarán otra chicanada para reelegirla.
La prisa de los morenistas es que el cargo vence el miércoles y, si no la ratifican a más tardar mañana, no habrá manera de que la fiscal se pueda quedar, como es el deseo de la 4T.
A pesar de sus ofertas, las cuentas no le dan a Godoy y tuvo que recurrir al uso faccioso de la Fiscalía, al ejecutar una orden de presentación del secretario general del PRI, Tonatiuh González Case, para que declarara ante el MP sobre un presunto caso de trata de personas.
La acción se llevó a cabo dos días antes de la votación, para presionar a los priistas a doblar las manos. Lograron todo lo contrario, pues ayer se reunieron con su líder nacional, Alejandro Alito Moreno, para cerrar filas, y posteriormente se alojaron en un hotel cercano a Donceles.
Ahí queda la amenaza contra Israel Betanzos, líder local del PRI, a quien le reactivaron una carpeta también por presuntos delitos de trata, acusación que tiene en la cárcel a su exlíder, Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.
A esto se suma el mensaje que le dejaron ayer a la diputada Guadalupe Barrón, para no asistir a la sesión de hoy, si no quiere que le pase algo malo a ella o su familia. En vía de mientras le balearon su vehículo fuera de su domicilio.
El equipo de Ernestina está con todo, y espera un milagro para que al menos dos opositores no se presenten a la sesión, y entonces sólo requerirían obtener un par de votos más. Uno podría ser el del experredista Víctor Hugo Lobo, quien con ello estaría oficializado su pase a Morena.
Más allá de la reelección de la fiscal, la importancia de la sesión de hoy será ver si la oposición se mantiene unida, o si Morena logra resquebrajarla rumbo a las elecciones de junio.
Las apuestas siguen siendo que Ernestina se quedará en la orilla, con todo y la operación que su vocero Ulises Lara, cuñado de Martí Batres y padre del hijo de la flamante ministra Lenia Batres, ha hecho desde hace meses.
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