El fin de semana circuló en redes sociales una fotografía de Ricardo Monreal y Omar Hamid García Harfuch abrazados, en una reunión de cortesía en el Senado de la República que generó mensajes encontrados al interior de Morena.
Atrás quedaron las reuniones que casi a hurtadillas sostenían cuando García Harfuch era jefe de Policía de la CDMX y Monreal, líder del Senado; un par de veces al mes intercambiaban discretos mensajes, a veces por medio de Néstor Núñez, operador del zacatecano.
La fotografía puede leerse como cierre de filas entre el otrora enemigo de Claudia Sheinbaum y la hoy candidata morenista a la Presidencia de la República, pero también como que el exgobernador de Zacatecas sería el tutor de Omar Hamid si llega al Senado.
Habrá que ver si Marcelo Ebrard –tercero en discordia– acepta el premio de consolación que su partido le ofreció por haber obtenido el segundo lugar en la encuesta presidencial interna, que es precisamente un lugar en el Senado; si se da, se pondrá muy bueno.
Pero aún no se sabe si el propio Monreal buscará reelegirse como senador o va como diputado plurinominal a San Lázaro, donde pudiera ser el próximo coordinador de los diputados federales de su bancada.
Sólo que hay una duda más, pues a quien le habían prometido la coordinación en San Lázaro es a Adán Augusto López Hernández, considerado en un tiempo como el hermano de Andrés Manuel López Obrador.
El exsecretario de Gobernación había estado ausente, luego de no ser favorecido en la encuesta presidencial, pero acaba de reaparecer y no se sabe aún si reclamará su premio.
De ser así, el juego de las sillas en Morena –ése que los niños jugaban dando vueltas y cuando paraba la música tenían que ganar una silla, y el que no alcanzaba estaba fuera– ha comenzado.
Por eso la fotografía de Omar Hamid y Ricardo cada quien la lee como quiere, porque también hay quienes dicen que pudiera ser que el exsecretario de Seguridad Ciudadana –hombre de todas las confianzas de Sheinbaum– se estuviera perfilando como líder del Senado.
Por muy improbable que pudiera sonar eso, no deja de levantar comentarios en el partido oficial, pues a la Cámara alta llegarán perfiles experimentados a los que también se les debe el pago por su sacrificio.
Porque nadie se imagina que personajes como Ebrard o incluso el diputado Nacho Mier, quien todavía no digiere la derrota en Puebla ante su primo Alejandro Armenta, puedan aceptar que los coordine un expolicía.
Y ni qué decir de los puros de la 4T, que le hicieron la guerra a Omar Hamid para evitar que fuera candidato a la Jefatura de Gobierno de la capital; mismo cargo que buscó Monreal.
Ambos perdedores en las internas por la CDMX se reúnen y agitan las de por sí turbulentas aguas guindas. Por eso todo el mundo está atento a ver quién va de suplente con García Harfuch, pues puede ser clave.
0 Comentarios