Martín Aguilar
Luego de la caída de una dovela de 90 toneladas de concreto que se utilizaba para la construcción del Tren Interurbano México-Toluca, vecinos reconocieron el riesgo que corren cada día, por la maquinaria y piezas demasiado pesadas que se utilizan.
Los vecinos reconocieron que es un miedo latente en el que viven, pues trabajan todo el día, y por la noche se mueve todo cuando trasladan las pesadas ballenas de concreto "a veces da miedo, pues cuando dan vuelta pareciera que se van a voltear".
"Es una amenaza latente que tenemos, además de una incertidumbre, pues si esto ocurre ahorita que estás construyendo, que pasará cuando ya esté funcionando el Tren Interurbano", se preguntó Natalia Gutiérrez, quién vive sobre la avenida y a diario atiende su puesto de líquidos de limpieza para el hogar.
Reconoció que los habitantes de la zona cercana al Tren Interurbano no duermen tranquilos, pues tienen muy fresco el lamentable accidente de la Línea 12, que dejó varias personas muertas.
"Es muy riesgoso viviendo aquí, más cuando pasan las ballenas y dan la vuelta, uno siente que se van a voltear. Es un miedo grande, pues no sabemos lo que pueda pasar más adelante", señaló con cierta preocupación.
Y puntualizó: "Ya no podemos hacer nada para detener las obras, el gobierno ya no va a dar marcha atrás y se aferrara a terminar la construcción".
A su vez, la señora Susana Gutiérrez, comulgo con sus vecinas al asegurar que: "Pues de las obras ya están casi hechas y el gobierno seguirá con la construcción del Tren Interurbano sin importar lo que digamos los vecinos".
Admitió que cuando vio el tamaño del accidente se dijo que seguramente iba a dejar varios muertos, pero por fortuna no fue así.
Susana recordó que, al principio de la obra, muchos vecinos se opusieron a la misma, pero sin lograr su objetivo, pues el gobierno nunca les hizo caso.
A su vez, Lucila Rollo Salgado, dijo que cuando ocurrió el accidente ella se encontraba en un velorio y si se sintió "como un temblor y todos nos preguntamos qué había sucedido, pues fue fuerte el movimiento que ocasionó la caída de la dovela".
Y agregó: " Eso es ahorita, imagínese cuando pase el Tren Interurbano. Nosotros tenemos miedo que nuestras casas sufren daños en su estructura.
"Día a día le pedimos a Dios que no pase nada grave como lo ocurrido en la Línea 12 que dejó cerca de 30 muertos", se lamentó la señora Lucila, quién iba acompañada de su nieto.
Una malla ciclónica, tambos y una cinta amarilla dividen la calle Minas de Arenas de las obras del tren en la colonia Acueducto, mientras trabajadores de la zona coordinan el tránsito. Esas son las medidas de seguridad que emplean para la protección de los vecinos.
Según la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse), la caída de la dovela se registró cuando era trasladada sobre el viaducto elevado para ser montada en el apoyo 18.
Tras el accidente llegó Protección Civil de la capital y de la alcaldía Álvaro Obregón, quienes reportaron que no se encontraba ninguna persona lesionada, únicamente daños materiales en una camioneta y un taxi sepultados entre los escombros.
A varias horas de lo ocurrido, la venta alrededor se mantiene igual y la vida sigue su marcha como si nada hubiera sucedido.
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