Rebeca Marín
En la Ciudad de México la mayoría de los changarros, puestos de tacos, de jugos, pollerías, entre otros, ubicados en las alcaldías del norte y sur pagan "derecho de piso" de manera silenciosa; lo que representaría una cifra negra de alrededor del 99.83%.
Este delito ocurre de manera cotidiana, sobre todo, en las alcaldías ubicadas en el norte y sur de la Ciudad, pero las víctimas no denuncian por miedo, declaró Facundo Rosas, director de Estrategia del Grupo BlackIND, empresa especializada en sistemas de seguridad y gestión de riesgos.
"El cobro de derecho de piso no es privativo de las zonas urbanas, tal como quedó establecido con los hechos de Texcaltitlán con productores del campo del Estado de México hace unos días y, por lo visto, dicha problemática recorre varias entidades del país", indicó Rosas.
"Sí la extorsión es difícil de comprobar y su cifra negra (delitos no denunciados) ronda el 99.83% a nivel nacional, tratándose de "cobro de piso" la cifra negra es prácticamente del 100%, debido a que es más difícil de denunciar", agregó.
Facundo Rosas, ex comisionado General de la Policía Federal, advierte que el "cobro de piso" perpetrado contra campesinos por cada metro cuadrado de siembra, puede considerarse la fase superior de la extorsión, al ser una acción muy difícil de denunciar ante el Ministerio Público y aún más complicado probar ante un juez que fueron objeto de un hecho señalado por la ley como delito, puesto que la tierra ni siquiera ha sido sembrada y mucho menos producido alguna mercancía comercializable y con un valor monetario.
La respuesta de los campesinos en Texcaltitlán, añade el ex funcionario y actual Director de Estrategia del Grupo BlackIND, es el hartazgo de la gente víctima de la delincuencia y la falta de atención por parte de la autoridad, empezando por la estatal que sólo se limitó a instruir se le diera seguimiento, visitar el municipio totalmente "blindada" y pronunciarse en favor de la paz, como si este tipo de acciones bastarán para resolver el problema de fondo. Lo otro que comprueba este hecho es el "control territorial" por parte de los grupos delictivos.
El ex comisionado General de la Policía Federal aconsejó que mientras las víctimas no denuncien y sientan el respaldo de la autoridad, la extorsión seguirá impune y el miedo que genera seguirá alimentando la cifra negra (delitos no denunciados) que a los únicos que beneficia es a los extorsionadores y cada vez son más las zonas donde de manera silenciosa el "cobro de piso" subyace a gran parte de la actividad económica formal y con mayor razón la informal, y que en cualquier momento puede hacer crisis.
En el caso de la Ciudad de México, afirma Rosas Rosas, sobre todo en las alcaldías ubicadas en el sur y norte, el "cobro de piso" se da de manera cotidiana, pero por miedo no se denuncia.
Sin embargo, aceptarlo sería reconocer que en esta materia se ha fracasado y estropearía las cifras alegres que en los últimos años se han repetido para hacer creer que las cosas van muy bien, que los delitos de alto impacto han bajado más del 50%, pero sólo los de alto impacto, como si los demás delitos no impactaran en el estado de ánimo de la población.
Finalmente, expresó el director de Estrategia del Grupo BlackIND, no es por echar a perder los spots de "campaña", pero los delitos totales en la Ciudad de México en 2023 se han incrementado un 2.5% respecto de 2022, solo que eso no se dice, así como tampoco que la mayoría de los "changarros", puestos de tacos, de jugos, pollerías, entre otros ubicadas en las alcaldías antes referidas pagan "derecho de piso" de manera silenciosa.
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