Rebeca Marín
La industria del juguete espera una derrama económica con motivo de la llegada del Niño Dios, Santa Claus y los Reyes Magos de 2 mil 900 millones de dólares, informó Miguel Ángel Martí, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria del Juguete (AMIJU).
Destacó que para la mayoría de las familias, los recursos que se destinan a la compra de juguetes son intocables, por lo que este tipo de artículos podrían considerarse como un "producto de primera necesidad".
En entrevista con LA PRENSA, el líder empresarial señaló que por concepto de exportaciones, la industria mexicana del juguete espera una derrama de entre 1,300 y 1,400 millones de dólares.
Ante la creciente competitividad a nivel mundial que existe en este sector, Miguel Ángel Martí destacó la necesidad de trabajar en distintas vertientes. Una de ellas, dijo, es estrechar la coordinación con la Secretaría de Economía para fortalecer a la industria, no tanto con recursos económicos, sino poder establecer acuerdos que permitan a la industria ser más competitiva a nivel global.
"Estamos trabajando ya en este canal que es muy importante", indicó Miguel Ángel Martí al precisar que otra vertiente es la academia, para establecer contactos y acuerdos, que ya tenemos con la Universidad y el Politécnico, para ir formando técnicos en el área de plásticos y juguetes que son muy importantes para la industria y su crecimiento.
Otro tema es el que tiene que ver con toda el área laboral, para establecer metas y objetivos claros de crecimiento que permitan contar con recursos humanos muy capacitados, señaló.
En esta temporada como ocurre en otros años, hay ciertos juguetes que se ponen de moda y observan la mayor demanda. Este año, fueron las películas las que definieron esta tendencia.
"Hay tendencias a nivel mundial y estas las marcan principalmente las películas y este año hubo dos, como Barbie que se convirtió en un éxito para la industria al unir a diferentes generaciones de consumidores que van desde los 5 hasta los 70 años de edad", indicó Miguel Ángel Martí.
Otra película que marcó tendencia fue Nintendo, la cual ha venido impulsando la venta de todos los gadgets y personajes, indicó.
El líder de la AMIJU explicó que la industria tiene un nicho de mercado de alrededor de 28 a 30 millones de consumidores, que están divididos básicamente en cuatro grandes grupos.
El primer segmento, dijo, está conformado por niños y niñas de la primera infancia de los cero a los 3 años, cuya demanda se centra en sonajas, mordederas, peluches y juguetes de tacto y sonido; después viene otro segmento de los 3 a los 7 años vienen todos los juguetes de las princesas, de los superhéroes, juegos de mesa y para armar.
Después viene otra generación que busca más los juegos electrónicos que actualmente están teniendo interacción con los juguetes físicos; es decir, ahora es posible manejar desde un teléfono o una computadora un robot, un carro de control remoto y cientos de aplicaciones.
El cuarto grupo de consumidores son los clásicos coleccionistas de juguetes que, aunque tengan 70 años, siguen buscando un juguete o un artículo en especial, indicó.
En estos cuatro grupos son diferentes las preferencias de los consumidores por determinados juguetes, explicó.
Los juegos electrónicos son el nuevo juguete de la industria del siglo XXI, es una más de todas las líneas que se tienen, pero poco a poco se está viendo un crecimiento entre las aplicaciones y el juego físico, donde una gran cantidad de ellas ya cuentan con juguetes o juegos físicos, señaló Miguel Ángel Martí.
"El juego y el juguete es parte fundamental en el desarrollo psicomotriz, emocional y social de los niños, lo que es un factor muy importante desde épocas prehistóricas".
"Poco a poco, a través de la repetición de los juegos, creación de fantasías y formación de equipo, los infantes aprenden a ganar, a perder, de la frustración y convivir con los demás, lo que es un factor muy importante para el desarrollo psicoemocional y físico de los niños", explicó.
"Los juguetes en general tienen movimiento, tienen flexiones, requieren un trabajo y un esfuerzo para dominarlos y conocerlos, por lo que lo único que cambia es la forma en que se presentan, no así la esencia del juego", agregó.
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