Literalmente al cuarto para las doce, los presidentes del PRI, del PAN y del PRD registraron ante el INE la coalición Va por la CDMX, que irá por la Jefatura de Gobierno, las alcaldías y las diputaciones en la capital del país.
No es que sea sorpresa que la oposición vaya coaligada en 2024, sino que acordaran que la elección de sus candidatos sea por encuesta.
La tardanza opositora en anunciar sus reglas ocasionó un jaloneo entre los aspirantes, que exigían claridad en el método selectivo, a fin de que todos pudieran participar y que no fuera un sólo partido el que siguiera las principales candidaturas.
Aspirantes como el priista Adrián Rubalcava pugnaban por elecciones primarias, a fin de que todo el mundo votara por la persona que más le gustaba para abanderar la oposición.
Esta posibilidad preocupaba a varios, pues, además de que los partidos con estructura territorial podrían aventajar en las urnas, también significaba abrir la puerta para que Morena y sus aliados metieran las manos en el proceso opositor.
Se decidieron por encuesta, lo que, indudablemente, beneficiará al alcalde panista de Benito Juárez, Santiago Taboada, quien en los últimos meses ha venido encabezando todos los sondeos de opinión.
Al final, este método, que tantos problemas ha traído a la 4T en la elección de sus aspirantes a la Presidencia de la República y a la Jefatura de Gobierno —al grado de generar importantes rompimientos internos—, fue el elegido por la oposición.
A nadie cabe la menor duda de que las encuestas serán sólo el instrumento para imponer el nombre que decidan en un acuerdo cupular los tres partidos, aunque antes tendrán que correr el proceso correspondiente, donde seguramente habrá guerra.
Las inscripciones para quienes aspiren a la Jefatura de Gobierno serán el miércoles 15 de noviembre y, aunque todos cabrán en la lista inicial, desde luego que se pondrá el respectivo filtro para pelusa.
Se podrán anotar todos los alcaldes y legisladores que han manifestado su interés, pero tendrán que firmar un compromiso de que aceptarán el resultado, sin importar quién gane.
La idea es que ni gente como Sandra Cuevas, Lía Limón o Kenia López Rabadán —por citar algunas— puedan alegar que no se les permitió competir, por mucho que al líder nacional del PAN, Marko Cortés, se le haya salido ya que en la CDMX irán con un hombre.
Nadie duda de que vaya a ser Taboada, a pesar de que la senadora Xóchitl Gálvez presiona para que sea Lía. El asunto es que, por mucho que vaya a ser candidata presidencial, la hidalguense no decide en el albiazul.
El otro con posibilidades era Rubalcava, pero la versión de que negociaba con Morena y su alianza con Cuevas le restó apoyos, sobre todo porque la alcaldesa con licencia de Cuauhtémoc trae pleito con varias diputadas, como las priistas Maxta González y Silvia Sánchez.
Como quiera, la batalla opositora apenas comienza… chipote con sangre.
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