El Presidente Andrés Manuel López Obrador prohibió el paso a Palacio Nacional a los damnificados de Acapulco.
Sólo buscaban audiencia para exponer sus reclamos por la grave situación que enfrentan.
Los manifestantes pretendieron ingresar, pero fueron repelidos por los guardias que el mandatario constantemente premia con ascensos.
Desde el lunes llegaron al Zócalo, después de haberles prohibido el paso. Ya instalados proyectaron en la sede del Poder Ejecutivo, la leyenda "Acuérdate de Acapulco".
A temprana hora de ayer martes cantaron "María Bonita", melodía que le dedicó Agustín Lara a María Félix.
En su conferencia López Obrador volvió a atacar a los medios que calificó de "manipulación".
Aplicó la célebre frase salinista "ni los veo ni los oigo" por los manifestantes que no recibió.
El Presidente no reconoce que la inconformidad por lo sucedido en Acapulco va en aumento.
Son múltiples las quejas y denuncias de que las autoridades no avisaron del potencial peligro de Otis.
Pero por cualquier medio, Andrés Manuel busca responsabilizar a los demás, en especial a los medios de comunicación que reportan la cruda realidad.
Para el mandatario eso es mentira, y acusó: "No dejan de mentir en los medios de manipulación, periódicos, estaciones de radio y la televisión".
"Están utilizando este lamentable caso de Acapulco con propósitos politiqueros, los que están en campaña, los que quieren regresar por sus fueros, los corruptos, los de la mafia del poder, los conservadores", reclamó airadamente.
Pero no se quedó ahí, tildó de "analistas sabiondos" a los periodistas, como a quien imitó con sarcasmo: "Esta noche en hechos".
De nuevo arremetió contra Carlos Loret, Ciro Gómez Leyva y Joaquín López-Dóriga.
"Al pueblo lo podrán engañar una vez, dos veces, pero no lo van a engañar toda la vida", señaló.
Pero cuando le preguntaron ¿Va a recorrer las colonias? en su visita de este martes a Acapulco, respondió cortante: "no, no, vamos básicamente a la reunión en la base naval".
Ese es el estilo del Presidente que presume que el pueblo está con él, pero la realidad es que él no está con el pueblo afectado de Acapulco.
Y como siempre recurre a la estrategia de distracción; sin más refirió que con Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, a Diego Fernández de Cevallos le entregaron terrenos en Punta Diamante.
"Ahora son defensores de damnificados, pero es pura hipocresía, pura hipocresía, nada más que el pueblo se cansa de tanta pinche transa", remató.
Eso sólo se entiende como un signo de desesperación total, y culpar siempre a sus adversarios.
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