Rebeca Marín
Con la Reforma Constitucional para proteger el Suelo de Conservación de la Ciudad de México, se busca preservar estos valiosos espacios, impidiendo cambios de uso, privatización y la expansión urbana no regulada.
Adicionalmente, garantiza la asignación de recursos para el desarrollo sustentable de las comunidades que habitan en esta zona, explicó la Comisión de Recursos Naturales y Desarrollo Rural (Corenadr).
El suelo de conservación es la reserva ecológica de nuestra ciudad. Ocupa 88 mil 400 hectáreas, lo que se traduce en un impresionante 59% del territorio capitalino.
Es el hogar de una riqueza natural como bosques, pastizales y humedales, y refugio de especies de flora y fauna únicas que representan el 12% de la biodiversidad nacional.
La titular de la Corenadr, Columba López, comentó que esta reforma constitucional, es un decisivo esfuerzo por proteger su invaluable patrimonio natural y cultural, de la Ciudad de México que ha adoptado un cambio trascendental.
Ello, luego que el 7 de agosto, la Gaceta Oficial de la Ciudad de México anunció la Reforma Constitucional al Artículo XVI, numeral 5 y 7. Reforma que pone fin al término "suelo rural" y recalca que el territorio capitalino se divide únicamente entre suelo urbano y de conservación.
La titular de la Corenard destacó que el suelo de conservación, preciado territorio no sólo brinda aire puro y agua, sino que, gracias al programa Altépetl Bienestar, también ofrece alimentos de mucha calidad, cultivados sin transgénicos ni agroquímicos.
Las alcaldías que conforman este territorio son Álvaro Obregón, Cuajimalpa de Morelos, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, La Magdalena Contreras, Milpa Alta, Tláhuac, Tlalpan y Xochimilco.
Recordó que el año 2019, bajo la gestión de la entonces Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, nació el programa social Altépetl Bienestar. Ejecutado por la Corenard; este programa ha sido el pilar central en la política de protección y restauración del suelo de conservación.
A través de sus acciones, más de 206 mil mujeres y hombres rurales han mejorado su calidad de vida, al mismo tiempo que se comprometen con la conservación de ecosistemas.
Igualmente, se ha impulsado una renovada perspectiva agrícola, convirtiendo el campo de la Ciudad de México en un referente de producción de alimentos saludables y de alto valor.
López Gutiérrez resaltó la importancia del suelo de conservación para la Ciudad de México ya que los bosques son esenciales para el agua, el clima y el aire.
Los matorrales, protectores de la biodiversidad y reguladores de ciclos vitales.
Las zonas lacustres, guardianes de la biodiversidad acuática y controladores de inundaciones.
Los núcleos agrarios, junto con las comunidades y ejidos, resguardan una rica herencia cultural. A través de tradiciones y prácticas ancestrales, estos colectivos fortalecen y enriquecen la identidad distintiva de la ciudad.
Además de su valor cultural, estas tierras tienen un significativo impacto económico. Generan empleo, producen bienes y ofrecen servicios sustentables, impulsando el desarrollo y el bienestar de muchas familias y comunidades.
Subrayó que el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama ha declarado con determinación: "No cederemos ni un milímetro del suelo de conservación". En línea con este compromiso, recientemente presentó una propuesta para intensificar las sanciones contra la tala ilegal, una actividad que daña sensiblemente este invaluable patrimonio natural.
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