El presidente Andrés Manuel López Obrador siempre ha buscado burlarse de la ley o al menos darle la vuelta.
Inició desde el momento en que no cumplió el requisito de residencia para ser candidato a jefe de gobierno en el 2000.
Le ayudó a sortear ese obstáculo Cuauhtémoc Cárdenas y Ernesto Zedillo. Lo operó al pie de la letra Laura Itzel Castillo, entonces delegada en Coyoacán.
Como jefe de gobierno incumplió la orden de un juez en relación al predio El Encino, lo que llevó a su desafuero.
Instauró el "moche" a todos los trabajadores del gobierno capitalino. Quienes no aceptaban eran despedidos o congelados en sus puestos de trabajo.
Fue el artífice del boom inmobiliario, debido a que autorizó permisos de construcción al por mayor.
A dos días de asumir el poder, el 7 de diciembre de 200, emitió el Bando 2 que permitió la construcción en determinadas delegaciones.
Dicho bando fue cuestionado, debatido y analizado por urbanistas, académicos, arquitectos, ingenieros, desarrolladores inmobiliarios, comités vecinales, ambientalistas y líderes del movimiento urbano popular.
De 2000 a 2005 se construyeron más de 20 millones de metros cuadrados en la Ciudad de México. Esto fue durante la administración de López Obrador.
Luego se dedicó a realizar una campaña por todo el país. De 2006 pasó al 2012 y luego al 2018, sin trabajar hasta que logró el triunfo.
En 2014 creó su partido personal llamado Morena, del cual es jefe político, líder y coordinador de la campaña de sus elegidos.
¿Pero de qué se mantuvo a lo largo de más de una década? Hay testimonios de sobra del saqueo a las arcas públicas en alcaldías, delegaciones, Congresos y gubernaturas.
De todo ello, el hoy Presidente no rindió cuentas. Y para burla del pueblo cuando llegó a Palacio Nacional, presumió contar solo con un billete de 200 pesos en el bolsillo.
Estos días las autoridades electorales le declararon medidas cautelares para que no se refiera a temas electorales en sus conferencias matutinas.
¿Pero qué creen? Diseñó una nueva sección para darle la vuelta a la medida ordenada a fin de seguir escalando los ataques contra Xóchitl Gálvez.
"No lo digo yo", es la sección desde donde continuará su estrategia de censura, difamación, calumnia y mentiras.
De hecho, sus propias palabras se le pueden aplicar a él. Por ejemplo con lo que dijo durante la conferencia de este miércoles:
"Una mentira que se repite muchas veces –decía Goebbels, el propagandista de Hitler- puede convertirse en verdad", señaló el mandatario.
Se trata entonces de una estrategia goebbeliana instaurada desde su plataforma gubernamental denominada la mañanera.
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