Rebeca Marín
Las tarjetas de crédito básicas ofrecidas por los bancos al grueso de la población cobran tasas de interés que superan 100 por ciento anual, un nivel que, comparativamente, es nueve veces superior a la tasa de referencia del Banco de México, que es la base para determinar el costo del financiamiento de empresas y personas.
Banco Azteca, propiedad de Ricardo Salinas Pliego, tiene un costo anual total (CAT) en su tarjeta clásica de 103.6 por ciento; en Bancoppel es de 85.3 por ciento, mientras en BBVA, en su plástico más básico, el CAT es de 66.6 por ciento, según los portales informativos de estas instituciones.
El miércoles, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) dio a conocer que entre enero y abril los bancos obtuvieron utilidades por 92 mil 694 millones de pesos, una cifra récord para un periodo similar, y fueron impulsadas, en parte, por los altos márgenes de interés que cobran los bancos a los usuarios.
Para esta nota se utilizaron los datos de BBVA, Citibanamex, Santander, Banco Azteca y Bancoppel, que tienen una mayor participación en el mercado de las tarjetas de crédito.
Según la CNBV, al cierre de abril había en circulación 32 millones 754 mil 401 plásticos de este tipo en el país. De ese total, 25 millones 859 mil 737 tarjetas, equivalente a 78 por ciento, están en manos de esas cinco instituciones.
El CAT promedio en los plásticos de estas entidades es de 83 por ciento, sin considerar el impuesto al valor agregado (IVA).
El CAT es el porcentaje que engloba todos los intereses, costos y comisiones que se deben pagar por parte de los consumidores, es decir, está compuesto por la tasa de interés promedio, así como los gastos administrativos de los bancos. A eso debe sumarse el IVA.
En este sentido, Banco Azteca es el banco que con su tarjeta clásica tiene el CAT más alto, pues es de 103.6 por ciento, de acuerdo con información proporcionada por la institución en su sitio de Internet. Esta entidad tiene colocadas un millón 127 mil 303 tarjetas hasta el mes de abril.
En el caso de Bancoppel, el CAT de la tarjeta es de 85.3 por ciento, según su sitio web y el número de contratos vigentes es de 4 millones 638 mil 290. Le sigue Santander, con un costo anual de 81.3 por ciento y un total de 3 millones 846 mil 878 tarjetas en circulación.
Las tarjetas básicas de Citibanamex tienen un CAT de 78.4 por ciento y suman 7 millones 875 mil 811 plásticos, mientras en BBVA, el banco de mayor presencia en el país, el CAT promedio que cobra a sus clientes es de 66.6 por ciento, y la cantidad de contratos vigentes es de 8 millones 371 mil 455.
De estas cinco instituciones, solamente BBVA cobra anualidad –un monto de 748 pesos–, las otras cuatro no lo hacen.
Estos costos no incluyen IVA. Por poner un ejemplo, Banco Azteca cobra una tasa de interés promedio de 73.22 por ciento, sumados los gastos de cobranza y las comisiones el CAT llega a 103.6 por ciento, pero con el impuesto, el costo real es de 120.17 por ciento.
A la par de los bancos han surgido opciones digitales para que los consumidores puedan tener una tarjeta de crédito, aunque las tasas son similares.
La tarjeta de Nu, que hoy en día es el principal dispensador de tarjetas nuevas, tiene un CAT promedio de 96.5 por ciento; otro caso es Stori, donde la tarjeta clásica tiene un costo total de 149.3 por ciento, de acuerdo con sus sitios de Internet.
La aplicación Rappi también tiene su tarjeta de crédito, cuyo CAT es en promedio de 108.1 por ciento y en Ualá, la fintech de origen argentina, el costo es de 90.7 por ciento.
Información oficial del banco central indica que entre abril de 2022 e igual mes de 2023, la tasa de referencia –que es el instrumento que marca el costo al que se financian las empresas y los hogares– tuvo un incremento de 4.75 puntos porcentuales. Esto se hace con el objetivo de contener la inflación, que, al cierre de mayo, según el Inegi, se situó en 5.85 por ciento.
Según la Asociación de Bancos de México (ABM), las tasas de interés de las tarjetas de crédito han subido en menor proporción que la tasa de referencia del banco central debido a la competencia y a que los bancos no han trasladado en su totalidad el alza a sus clientes. Las tarjetas son colocadas a tasa variable, es decir, dependen de la inflación y la tasa del BdeM.
0 Comentarios