Martín Aguilar
El consejo general del Instituto Nacional Electoral (INE) rechazó la propuesta de la consejera presidenta, Guadalupe Taddei, de nombrar en la Secretaría Ejecutiva del organismo a Flavio Cienfuegos, su jefe de oficina.
La situación generó un largo debate, por momentos ríspido, sobre todo sobre el futuro inmediato del cargo administrativo y jurídico más importante del Instituto.
Y es que Taddei optó por introducir en un mismo punto dos propuestas para la Secretaría Ejecutiva, la de Cienfuegos y, para sorpresa de muchos, incluyó a Adriana Favela, exconsejera, quien apenas concluyó su gestión el 3 de abril pasado.
La estrategia fue para tratar de obtener los votos de quienes pedían el nombramiento de una mujer, con base en criterios de paridad de género.
Pero ante el desenlace, al término de la sesión había un galimatías sobre quién era en ese momento el encargado de despacho de la Secretaría Ejecutiva, toda vez que Miguel Patiño, quien ha venido desempeñándose en esa función desde hace varias semanas, fue designado esta misma tarde como director ejecutivo de Organización Electoral.
A la vez, Taddei pidió la continuidad de aquel para el transcurso de la sesión y hasta el 1 de julio.
Al término de la misma, la pregunta entre los reporteros era: ¿quien era para ese momento el encargado de la secretaría ejecutiva?
En entrevista, Taddei confirmó que Patiño será encargado de despacho estos días, pero no descartó nombrar a otro provisional mientras tanto, e incluso podría insistir en su propuesta de Cienfuegos "porque no se cuestionó su perfil".
Segundos antes de poner a consideración del consejo general la propuesta de Favela llegó a manos de Taddei una carta de la abogada en la que declinaba la invitación.
Ante este paso hacia atrás continuó la sesión extraordinaria en la que se puso a consideración sólo el nombre de Cienfuegos, el cual fue rechazado.
Previamente, sin discusión y por unanimidad, fueron aprobadas las designaciones de nueve funcionarios, integrantes de la Junta General Ejecutiva del INE.
De 17 puestos pendientes, quedaron resueltos nueve, a casi tres meses de la nueva integración del consejo general.
Los nuevos funcionarios del INE son:
—María Elena Cornejo Esparza, dirección de Capacitación y Educación Electoral
—Alejandro Sosa Durán, dirección del Registro Federal de Electores
—Manuel Alberto Cruz Martínez, Unidad Técnica de lo Contencioso Electoral
—Marisa Arlene Cabral Porchas, coordinación de Asuntos Internacionales
—Flor Dessiré León Martínez, unidad de Igualdad de Género y No Discriminación
—Rosa María Bárcena Canuas, dirección del Secretariado
—Ignacio Ruelas Olvera, dirección de Administración
—Miguel Ángel Patiño Arroyo, dirección de Organización Electoral, -Giancarlo Giordano, para la unidad de vinculación con los Organismos Públicos Locales.
Antes, consejeros y representantes de partidos políticos tuvieron una deliberación sobre qué ocurriría con la secretaría ejecutiva, una vez que Patiño fuera nombrado como director ejecutivo.
La consejera Claudia Zavala propuso la continuidad de Patiño, en caso de que no se aprobaran las propuestas para la Secretaría Ejecutiva.
El representante del PRI, Hiram Hernández, de plano les dijo que "para qué propusieron en el orden del día (la discusión del caso de la Secretaría Ejecutiva) si no va a pasar. ¿Para qué esta simulación?", dijo.
Cuestionó incluso si había acuerdos o desacuerdos previos que los representantes partidistas desconocían, por lo que en tal caso sería ilegal (la continuidad de Patiño) o un "intento de secuestro" a las facultades de la consejera presidenta.
El morenista Sergio Gutiérrez Luna, dijo que la propuesta de Zavala era ociosa porque apenas Patiño se convierta en director ejecutivo de Organización, la consejera presidenta tiene la facultad de designar a alguno de los directores para continuar la Sesión.
En ese enredo, la consejera Carla Humphrey señaló que es evidente que para sacar los nueve nombramientos hubo reuniones previas entre los consejeros.
"Aquí no hay nada oscuro ni nada escondido", le respondió Hernández.
El asunto requirió una tercera ronda de intervenciones, y en una de estas la consejera presidenta tuvo un traspié al llamar a la consejera Claudia Zavala, "Adriana Favela", en la víspera de dirimir el nudo. Todos rieron.
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