Martín Aguilar
El fenómeno migratorio se ha vuelto incontrolable y a pesar de que México es históricamente un país de migrantes e integrado de migraciones, la situación actual ha rebasado a gobiernos instituciones no sólo en ciudades fronterizas sino también en lugares como la Ciudad de México que se ha convertido en un punto clave para las rutas migratorias, alertó la iglesia Católica.
Subrayó qué actualmente en la capital del país existen varios albergues para migrantes manejados por la Iglesia Católica o fundados también por ellos en los que se les brinda techo, comida, agua, apoyo legal y psicológico, además de un lugar seguro donde se ve por sus derechos humanos.
En el editorial titulado "Una crisis que nos exige actuar a todos", publicado en la revista Desde la Fe, llamó a las autoridades a revisar las políticas migratorias para que se garantice la protección de los más vulnerables.
La Arquidiócesis Primada de México manifestó que desde personas durmiendo en la calle hasta la muerte lamentable de los migrantes en Ciudad Juárez, estos son blanco de abusos, extorsiones y discriminación.
Por ello como Iglesia Católica y a petición del Papa Francisco están llamados a coger, proteger, promover e integrar a los migrantes.
Recordó que los migrantes en su camino hacia una mejor vida "son blanco de abusos, extorsiones y discriminación", por lo que es preciso que todos los sectores sociales participemos en solucionar el fenómemo migratorio, en razón de que "nadie cambia su casa por una mochila".
Desde su punto de vista, la situación política, económica y social de los países involucrados en los desplazamientos masivos vuelve "incontrolable" el fenómeno migratorio ya que, de acuerdo con datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), "con 4.6 millones de personas desplazadas en toda América Latina y el Caribe, el éxodo de personas refugiadas y migrantes venezolanas representa el mayor desplazamiento de población en la historia moderna de la región".
Expuso que en la Ciudad de México se cuenta con diversos albergues para migrantes "fundados o apoyados" por la iglesia católica, Cáritas, Cafemin, San José Obrero Nazareth en donde se da techo, alimento y asesoría legal y psicológica a las personas en tránsito para que sepan proteger sus derechos humanos, pero no es suficiente para el tamaño de la crisis que se atraviesa.
Pidió a las autoridades a revisar las políticas en materia de migración, de modo que siempre se protejan los derechos humanos y se garantice la protección de los más vulnerables.
"A los ciudadanos les invitamos a apoyar el sustento y funcionamiento de las casas para migrantes antes mencionadas, donando en especie a través de Cáritas de la Arquidiócesis de México".
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