A quien le pegó fuerte el amor por los chilangos es a la secretaria federal de Seguridad Pública, Rosa Icela Rodríguez, quien de unas semanas para acá ha acelerado su presencia en la capital del país tocando base con diversos grupos políticos.
Parece que su declaración de hace 15 días a La Jornada, donde afirma que no olvida la ciudad y que ella irá donde pueda servir mejor al proyecto de la 4T, fue la voz de ataque para su equipo.
A raíz de eso se han desencadenado una serie de encuentros —públicos y privados— con diversos líderes e, incluso, alcaldes de Morena, "para afinar estrategias de seguridad", según ellos. Todo el mundo ve que se está desplegando para buscar la Jefatura de Gobierno.
Aunque no es nada nuevo que su nombre suene para suceder a Claudia Sheinbaum el año entrante, sí lo es que se promueva tan abiertamente, pues si algo había cuidado la funcionaria era su bajo perfil.
A estas alturas del partido, todo el mundo tiene claro que le ordenaron apretar el paso en la capital, donde también corre firmemente la secretaria federal del Bienestar, Ariadna Montiel.
Las señales enviadas de Palacio a la CDMX son interesantes, sobre todo porque el domingo pasado se realizó un "encuentro de amigos" entre Rosa Icela y diversos secretarios generales del Sindicato Único de Trabajadores del Gobierno de la Ciudad de México.
El dato es que esos dirigentes son los mismos que impuso Sheinbaum a principio de su administración, precisamente a través de Rosa Icela. El mensaje, entonces, sería que a los trabajadores de la administración capitalina ya les tiraron línea.
Y es curioso porque en enero la jefa de Gobierno había alentado personalmente a Ariadna a sumarse a la contienda, por lo que muchos llegaron a pensar que ella sería el caballo negro.
Con la salida abierta de Rosa Icela, crece la idea de que Claudia prefiere que la suceda una mujer, aunque eso podría operar en su contra, pues quién sabe si incluso al interior de Morena estarían dispuestos a dejar a dos mujeres los espacios políticos más importantes del país.
Porque si Sheinbaum es la candidata, lo lógico sería que en la capital fuera un hombre… a menos que la gobernante tema quedarse en el camino y que el ganador fuera Adán Augusto López, con quien, por cierto, Rosa Icela se lleva muy bien.
Ahí sí tendría lógica que impulsara a una mujer para defender la plaza en 2024.
Aunado a su desayuno privado, celebrado al sur de la CDMX, con los burócratas de la capital, Rodríguez se ha entrevistado con alcaldes de su partido e, incluso, con organismos, como el Consejo Ciudadano para la Seguridad y la Justicia de la capital.
Curioso que en esa cita, Rosa Icela se reencontrará con un antiguo colega de sus años en que ambos eran reporteros: el titular del Consejo, Salvador Guerrero Chiprés.
La funcionaria sigue haciendo base.
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