Martín Aguilar
Este domingo se llevó a cabo la segunda movilización ciudadana a favor del Instituto Nacional Electoral (INE) en el país y miles de ciudadanos abarrotaron la plancha del zócalo de la Ciudad de México y durante varias horas soportaron el sol para el mitin que se denominó "Mi Voto no se toca"., donde la periodista Beatriz Pagés Rebollar y el ex misitro de la SCJN José Ramón Cossío tomaron la palabra.
NO al plan B, NO al autoritarizmo, NO a la polarización, SI a la democracia, SI al voto libre, SI a a la unidad
En punto de las siete de la mañana, jóvenes, adultos mayores y familias completas acompañadas de sus mascotas, empezaron a congregarse en el primer cuadro del Centro Histórico de la Ciudad de México para participar en el movimiento en defensa del INE.
Playeras de color rosa mexicano, gorras magenta, indumentaria morada y otros accesorios con la consigna: "El INE no se toca", adornaban la vestimenta de los participantes de la manifestación, que en su mayoría partieron desde el Ángel de la Independencia, el Monumento a la Revolución y diferentes puntos cercanos a la Avenida Juárez.
Pese a que diversas estaciones de Metro y Metrobús cercanas a la Plancha del Zócalo estaban cerradas, poco a poco los simpatizantes de la oposición inundaron la Avenida 5 de Mayo y la Calle de Madero para ingresar al perímetro de Palacio Nacional.
Con gestos de desaprobación algunos asistentes aseguraban ser acarreados de alcaldías panistas, otros, alegres, asistieron por su propio pie con la intención de convencer a las Ministras y Ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que el Plan B de la reforma electoral no sea aprobado.
"(Los ministros) Tienen la oportunidad de demostrar que respetan al país por encima de cualquier síntoma de polarización o interés personal", dijeron, desde un altavoz bajo las pantallas instaladas en diferentes calles, algunos de los organizadores de la marcha que se encontraban invitando a los transeúntes a unirse al movimiento.
Mientras tanto, ni los fuertes rayos del sol impidieron que miles de asistentes ingresaran al Zócalo para tomarse una selfie, escuchar el pronunciamiento y ondear sus banderas en apoyo a la marcha denominada "Mi Voto no se toca".
Otros cientos de personas, cobijadas bajo sombrillas, lonas, sombreros amplios y las orillas de los techos de inmuebles del Centro Histórico observaron el discurso desde las pantallas colocadas en las bocacalles.
Finalmente, cuando el último de los oradores pronunció las últimas palabras, se entonó el himno nacional y luego de permanecer por varias horas en el zócalo los afines al movimiento abandonaron de forma pacífica el lugar mientras gritaban: "Fuera López, El INE no se toca".
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