Rebeca Marín
Luis Armando González Plascencia aún no cumplía su primera semana como secretario general ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES) y ya se había sentado a la mesa frente a la Secretaría de Educación Pública para cabildear una bolsa presupuestal que permita cumplir con la gratuidad de la educación en las universidades del país.
En 2019 y como consecuencia de la propuesta de campaña del presidente Andrés Manuel López Obrador para hacer universal, obligatoria y gratuita la educación superior, la ANUIES estimó que las universidades requerían de hasta 13 mil millones de pesos adicionales en su presupuesto por año para dejar de cobrar cuotas e inscripciones a los jóvenes que estudian nivel superior.
González Placencia afirma que hasta ahora "esa bolsa sigue sin materializarse" pero también que la ausencia de esa bolsa no justifica el aumento de las cuotas en las instituciones. Más bien, en lo que la SEP y la Secretaría de Hacienda y Crédito Público "hacen un esfuerzo" para autorizar esos recursos se iniciará un análisis que identifique en las instituciones públicas qué tipo de cobros pueden absorber.
La conversación se desarrolla en la sala de juntas de la Asociación, que afilia a 211 instituciones de educación públicas y particulares del país, ahí González Placencia afirma que su gestión estará orientada a recuperar la imagen de las universidades después de que un grupo de ellas estuvieron involucradas en la Estafa maestra, pero también a atender cinco temáticas centrales en este subsistema: crear un modelo de financiamiento, que no se reduce a pedir más dinero o adelgazar el gasto.
Lo mismo señala los desafíos de calidad enfrentar las violencias de género, recuperar la vinculación para acabar con la desarticulación del sistema y enfrentar los embates de los congresos Federal y locales a la autonomía.
Respecto al caso de plagio de tesis de la ministra Yasmín Esquivel en la UNAM, el exombudsman de la Ciudad de México afirma que corresponde a ella hacer "su propio examen de conciencia" de lo ocurrido hasta ahora.
Con presupuestos cada vez más austeros durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, ¿es posible cumplir con la reforma de universalización y gratuidad de la educación superior?
Está pendiente una bolsa que efectivamente consideró la Constitución para atender la gratuidad. Esa bolsa sigue sin materializarse, pero ANUIES, con la colaboración de la rectoría de Guanajuato y yo aún como rector en Tlaxcala, presidente de la región centro-sur, presentamos una propuesta para ir cumpliendo con la obligación constitucional de la gratuidad. Propusimos hacer una revisión de todas aquellas cuotas que no son relevantes, que pueden absorber las universidades para ir abonando hacia la gratuidad en lo que las instituciones pueden hacer y para dejar claro quiénes tienen, qué obligaciones, con la gratuidad.
La idea es que se puedan ir reduciendo en la medida de lo posible y lo que hemos podido platicar con el subsecretario de Educación Superior (Luciano Concheiro) es que ellos están haciendo un esfuerzo importante con la Secretaría de Hacienda para que esta bolsa se materialice. Este tema de la gratuidad es un tema importante, desde que se anunciaron las familias están esperando que se pueda cumplir, hay un compromiso.
Hay un documento que conocen todos los rectores de las instituciones, de hace más de año y medio, sigue siendo actual y el tema es el compromiso de la Universidad. No se trata, sólo de pedir dinero como en el tema del financiamiento, no se trata de condicionar la gratuidad a la falta de presupuestos porque hay cosas que se pueden hacer a favor del derecho, con los presupuestos que tienen las universidades, como lo son la exención de algunos pagos, incorporación de matrícula por razones de desventaja social. La pandemia (de Covid) nos llevó al escenario para aprovechar los espacios virtuales en los que se invirtió.
Nadie está obligado a lo imposible y en este caso ese dicho aplica. Sin embargo, las universidades están obligadas en el ámbito de su competencia a hacer lo necesario para ir en un escenario incremental hacia la gratuidad. Es decir, la ausencia de presupuestos no justifica, por ejemplo, el aumento de cuotas.
En el mapa nacional se ve una disparidad de cuotas y ahí la UNAM tiene el más bajo monto...
La UNAM prácticamente es gratuita, el pago es simbólico. Eso le ha pegado a las universidades en el centro occidente y el noreste, ahí incluso hay amparos y la ANUIES ha contribuido, asesorado para que se entienda que al tratarse de un derecho humano, de los que se clasifican como sociales, tiene que ver con un tema económico. La obligatoriedad, para cumplir ese derecho, está sujeta a ese presupuesto que se les otorgue. De lo contrario las universidades entrarían en una situación crítica.
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