Tras la marcha del 13 de noviembre en defensa del INE será —sin duda— el parteaguas rumbo a la sucesión de 2024, pues representó el despertar ciudadano por la preservación de la democracia, y exhibió a un puñado de políticos que tendrán que recomponer el rumbo.
Los primeros afectados están en la 4T, que primero subestimaron el anuncio de esta movilización, y después entraron en pánico al ver tanta gente en las calles del país marchando en su contra.
Aunque participaron algunos dirigentes políticos y líderes empresariales, fueron advertidos que la marcha era de los ciudadanos, y que si querían unirse tendrían que ir en la retaguardia, sin banderas ni discursos.
Uno de los pasos más difíciles fue convencer a José Woldenberg, expresidente del IFE, de que fuera el orador del evento. El politólogo rechazó tres veces a los organizadores, lo que, incluso, abrió la opción de que Cuauhtémoc Cárdenas diera el discurso.
Al final Woldenberg les dio el sí, aclarando que su participación era exclusivamente como ciudadano, y sólo por esta vez.
Quienes organizaron la marcha sabían que eso desquiciaría al inquilino de Palacio Nacional, quien reaccionaría como lo hizo: llamando a su propia militarización para doblar la apuesta, y demostrar que la calle es de él.
Acordaron no atacar al Presidente, pues el objetivo era defender al INE, y desistieron de llegar al Zócalo, que estaba ocupado por carpas del gobierno, y que por órdenes presidenciales quedaría libre; los organizadores no cayeron en la trampa.
Conocían muy bien al Presidente, pues su reacción a la marcha fue como la esperaban, con el agregado que representó un jalón de orejas extra a Claudia Sheinbaum, como si ella hubiera podido evitarla.
Pero no se puede obviar al Movimiento Ciudadano, que por órdenes de Dante Delgado no se unió a la manifestación. El líder naranja decidió que ya estaban posicionados entre la ciudadanía, y que irían solos.
No contaban que su máximo activo, Luis Donaldo Colosio Riojas, viajó desde Monterrey para asistir a la marcha sin el color naranja, igual que Salomón Chertorivski, su principal carta para la Jefatura de Gobierno.
Dicen que Salomón tenía algunas reticencias, pues la indicación de Dante había sido no participar, pero que si quería pelear la ciudad, se verá muy mal pidiendo en 2024 el apoyo popular, sin haberse unido a la ciudadana en defensa de la democracia.
La ausencia del MC en la marcha los exhibió como un movimiento ciudadano… ¡sin ciudadanos!
Otra cosa que dejó la movilización fue que regresó a la ciudadanía la esperanza de que se le puede ganar a Morena, como ocurrió en 2021 en la CDMX. Y como un evento como la M-13 repercute en todo el país, la 4T se apresuró a organizar una contramarcha.
No sólo para decir a sus chairos que siguen siendo los dueños de la ciudad, sino para evitar que en el país se desmoronen los ánimos de su gente, y que se les convierta en una bola de nieve. Lo de menos será el dispendio, sino la demostración de poder para los habitantes de los estados.
Es la primera vez que la oposición le marca la agenda al Presidente.
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