Martín Aguilar
El exmandatario Luiz Inácio Lula da Silva ganó este domingo la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil con un 50.83% frente al 49.17% que obtuvo el actual gobernante, Jair Bolsonaro, con el 98.81% de las urnas escrutadas.
El dirigente progresista venció la primera vuelta, el 2 de octubre pasado, con el 48.4% de los votos válidos, pero, como no obtuvo más de la mitad de los sufragios, tuvo que medirse hoy en el balotaje con el líder ultraderechista, que recibió el 45.2%.
En la primera vuelta, Lula, señalado por los sondeos como el favorito a vencer hoy, se mantuvo gran parte del escrutinio en el segundo lugar y tan solo pasó a liderar cuando el porcentaje de votos contabilizados superó el 70 %.
La emoción en el escrutinio se mantuvo hasta el último instante en la que ya son las elecciones más ajustadas de la historia del país.
La votación estuvo más apretada de lo que esperaban los sondeos previos a los comicios, reflejo de la alta polarización que vive Brasil y que incluso ha derivado en episodios de violencia política durante la campaña.
Como ya pasó en la primera ronda, las principales empresas demoscópicas no consiguieron precisar la fuerza del bolsonarismo.
Bolsonaro, un nostálgico de la dictadura militar (1964-1985), empezó el conteo por delante, pero con el 67.76% escrutado, el expresidente progresista pasó a liderar, tendencia que se mantuvo hasta el final, aunque siempre con un margen muy pequeño.
El antiguo tornero mecánico también fue el vencedor de la primera vuelta, realizada el pasado 2 de octubre, cuando obtuvo el 48.4% de los votos, frente al 43.2% que consiguió Bolsonaro.
Con su victoria en el balotaje, Lula, de 77 años, volverá a comandar la mayor economía de Latinoamérica.
Durante la campaña prometió "reconstruir" el Brasil de Bolsonaro, acabar con el hambre, que hoy afecta a unos 33 millones de brasileños, y "colocar al pobre en los presupuestos" del Estado, combinando responsabilidad social, fiscal y ambiental.
También anticipó que estaría en el poder durante un solo mandato, que en Brasil es de cuatro años.
La victoria de Lula era algo impensable hace unos años por los múltiples procesos de corrupción a los que tuvo que hacer frente, pero en 2021 la Corte Suprema anuló las condenas que le hicieron pasar 580 días en prisión, recuperando así sus derechos políticos.
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