Rebeca Marín
El Fondo Monetario Internacional (FMI) dijo esta tarde que su consejo de gobierno ha aprobado una nueva ventanilla de préstamos para crisis alimentarias, dentro del marco de sus actuales instrumentos de financiación de emergencia para ayudar a los países vulnerables a hacer frente a la escasez de alimentos y a los elevados costos derivados de la invasión rusa de Ucrania.
El FMI dijo que la ventanilla para cirsis alimentarias estará abierta durante un año a través de sus programas de Servicio de Crédito Rápido e Instrumento de Financiación Rápida. Estará destinada a los países con necesidades urgentes de balanza de pagos que "sufran una inseguridad alimentaria aguda, una crisis de importación de alimentos o de exportación de cereales".
El anuncio del FMI no menciona ningún país específico que pueda optar a préstamos de emergencia en condiciones reducidas en el marco de la nueva ventana.
El director del Departamento Europeo del FMI, Alfred Kammer, dijo la semana pasada que Ucrania podría recibir otros 1,300 millones de dólares (mdd) en financiación de emergencia de la nueva ventana para crisis alimenticias tras su aprobación.
Kammer señaló que el Fondo estaba discutiendo con las autoridades ucranianas un nuevo marco de estabilización macroeconómica que ayudaría al país, desgarrado por la guerra, a identificar las necesidades de financiación externa.
Ucrania ha dicho que necesita 5,000 millones de dólares al mes de financiación externa para mantener su economía en funcionamiento. El FMI proporcionó 1,400 millones de dólares en fondos de emergencia a Ucrania en marzo y ha contribuido, junto con el Banco Mundial, a facilitar miles de millones más de financiación proveniente de donaciones.
Con la nueva financiación de emergencia para la crisis de alimentos, el FMI pretende tratar de aliviar la escasez inducida por la guerra, que ha provocado la peor crisis de seguridad alimentaria desde, al menos, la que siguió al colapso financiero mundial de 2007-2008, y unos 345 millones de personas se enfrentan ahora a una escasez que pone en peligro su vida, según datos del propio FMI.
"Desde hace algún tiempo, la combinación de las castástrofes climáticas, la pandemia y los conflictos regionales ha golpeado la producción y distribución de alimentos, elevando el costo de la alimentación de las personas y las familias", dijo la directora gerente del FMI, Kristalina Georgieva, en un comunicado.
"La guerra de Rusia en Ucrania ha hecho subir aún más el precio de los alimentos y los fertilizantes, perjudicando a los importadores de alimentos y a algunos exportadores", añadió.
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