La reforma energética propuesta por el presidente Andrés Manuel López Obrador busca impedir que los grandes capitales privados, extranjeros, se apoderen de la producción de la energía eléctrica.
Así lo sostuvo este miércoles Mario Morales Vielmas, director general de Intermediación de Contratos Legados de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), en el foro Costo de las tarifas residencial e industrial, evolución de la oferta y demanda, fuentes generadoras de energía, renovables y no renovables, del parlamento abierto sobre la reforma eléctrica
Morales Vielmas señaló que la electricidad es una necesidad básica y la iniciativa de reforma constitucional en materia energética presentada por el presidente López Obrador busca devolver a los mexicanos el sentido social que tiene el sector energético.
"El Estado mexicano tiene una obligación y la está asumiendo: impedir que ocurra lo que en otros países: que los grandes capitales privados, extranjeros, se apoderen de la producción de energía eléctrica; si no, lo vamos a lamentar", dijo.
Al abordar el tema de las fuentes de generación eléctrica, Morales Vielmas resaltó que, la CFE produce la mayor cantidad de energía limpia al generar el 56 por ciento de la energía limpia en el país mientras que la iniciativa privada produce solo el 44 por ciento.
Respecto a la energía fósil inyectada al sistema eléctrico, señaló que los privados generan el 67 por ciento mientras que la CFE genera solo el 33 por ciento.
José Martín Mendoza Hernández, director general de CFE Suministrador de Servicios Básicos, señaló que el servicio de energía eléctrica ya no es considerado un servicio público, sino un modelo de negocios, un modelo diseñado bajo criterios de rentabilidad, según lo establecido en las leyes secundarias de la reforma energética de 2013.
Mendoza Hernández dijo que, de haberse aplicado los criterios vigentes en la Ley de la Industria Eléctrica durante la crisis energética de febrero de 2021, las tarifas se habrían incrementado hasta en un 200 por ciento.
Aseguró que mientras que los generadores privados decidieron detener la producción de electricidad ante el encarecimiento del combustible, la CFE tuvo pérdidas financieras al buscar opciones para garantizar el suministro de energía en los estados del norte del país.
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