Rebeca Marín
En los planes, opciones y perspectivas de inversión y financiamiento para los principales proyectos de exploración y producción que Petróleos Mexicanos (Pemex) entregó a finales del mes pasado a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), aún no incluye al campo Zama.
A principios de julio pasado, la Secretaría de Energía (Sener) decidió dar la operación de este campo descubierto por Talos Energy derivado de un contrato de las rondas petroleras realizadas en la administración de Enrique Peña Nieto, dejando en segundo plano a la empresa estadounidense, pero desde el año pasado la dependencia a cargo de Rocío Nahle ordenó la unificación de este campo con la asignación Uchukil de Pemex.
En el informe elaborado por la Empresa Productiva del Estado que dirige Octavio Romero Oropeza, enlista 38 proyectos en exploración y producción prioritarios para 2022-2036, entre estos no se menciona a Zama.
La inversión estimada para estos proyectos de entre 886,000 millones de pesos (mdp) y 958,000 mdp. Algunos que sí se consideran son: Trión en aguas profundas, denominado como la "joya de la corona", que hasta el momento se mantiene en sociedad con la australiana BHP. También, está su activo principal de producción Ku-Maloob-Zaap en la Sonda de Campeche.
Otros son: el campo Quesqui, Ixachi, kmz-Ayatsil-Tekel-Utsil, el desarrollo del campo Dzimpona, Valerian, Pit, Reacemosa, Kayab, Pokche, entre otros.
Considerando dicha inversión y los 38 proyectos, Pemex calcula que pueda tener un beneficio neto después de impuestos de hasta 2 billones de pesos, con lo que espera una mejora en los resultados financieros de su negocio de Exploración y Producción.
Si bien la inversión en Zama en principio la destinaba Talos Energy, al entrar Pemex como operador debe aportar recursos. Hace unos días Bloomberg publicó que fuentes revelaron que la petrolera nacional no cuenta con el dinero para desarrollar este yacimiento.
Aunque las mismas autoridades energéticas del país destacan la importancia de Zama, su futuro no se ve claro, a la par que Pemex aún no lo considera en sus proyectos prioritarios, Talos Energy ha dejado ver que sigue peleando legalmente por este y que tiene planes para su desarrollo.
El campo Zama tiene una superficie aproximada de 26.7 kilómetros cuadrados y se localiza en aguas someras del Golfo de México a 58 kilómetros frente a las costas de Tabasco, con recursos de entre 400 y 800 millones de barriles de petróleo crudo equivalente. Cuando la Sener determinó la unificación del yacimiento, se estimó que la producción sea crudo ligero a partir del primer semestre de 2024.
Talos Energy ha mantenido su estrategia legal reservada, pero sí ha dejado ver a sus inversionistas que Zama es un activo de gran valor y que no lo da por perdido.
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