Rebeca Marín
El gobierno federal recaudó 66 mil 104 millones de pesos en el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) a gasolinas durante enero-marzo, lo que implicó un boquete por 15 mil 959 millones de pesos, revelan cifras de la Secretaría de Hacienda.
Así, el boquete generado por los estímulos fiscales que otorgó el gobierno a la cuota que cobra por los combustibles para evitar alzas abruptas en su precio al público no sólo representó el doble de lo que el país gastó en la Secretaría de Seguridad Pública o en el Conacyt, sino que también los recursos habrían servido para incrementar en 56% el gasto observado de la Secretaría de Salud durante enero-marzo.
Los estímulos fiscales que otorgó el gobierno se registraron a partir de febrero, mes en que inició el incremento del precio internacional del petróleo, que llegó a ubicarse hasta en 52% de la cuota del IEPS para la gasolina Magna, y hasta en 27% de la cuota autorizada para la gasolina Premium.
Los apoyos otorgados a los automovilistas durante el primer trimestre no sólo ocasionaron un boquete en ingresos por gasolinas respecto a lo programado, sino que hizo que los 66 mil millones de pesos recaudados en enero-marzo fueran 22% inferior de forma anual.
Esto con el propósito de que la gasolina no impacte de forma significativa a la inflación, pues, según el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la gasolina Magna, por ejemplo, tiene un peso de 5.36% en el cálculo total del Índice Nacional de Precios al Consumidor, siendo el segundo producto con mayor participación en la inflación general, después de la vivienda propia.
El mecanismo de estímulos fiscales no ha evitado el incremento de los precios de los combustibles, pues según las autoridades, ésa no es su función. La CRE reportó que los precios de la Magna han subido 11.1% en lo que va del año en el promedio nacional.
Los estímulos al IEPS se crearon a inicios de 2017, momento en que se registró un alza abrupta en los combustibles.
El mecanismo funciona de la siguiente forma: cuando los precios internacionales del petróleo suben, situación que afecta a los precios internos de la gasolina, el gobierno activa el mecanismo de tal manera que reduce el cobro de la cuota del IEPS de gasolinas. De esta manera, el estímulo se traduce en un menor cobro de impuestos, por lo que se reduce la carga fiscal del precio de la gasolina.
De manera contraria, cuando el precio internacional del petróleo baja, situación que reduce presión a los precios internos, el gobierno activa el mecanismo de forma inversa: ahora tiende a subir la cuota del IEPS a gasolinas con el fin de aprovechar la ventana de oportunidad que brindan los menores precios internos, por lo que reduce los estímulos cobrando más impuestos.
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