Y que, según ella, se llegará hasta las últimas consecuencias, caiga quien caiga, pese a que no removió de su cargo a su comadre y directora del Metro, Florencia Serranía, siendo que ella es una de las principales culpables por no darle mantenimiento al metro, además de hacer caso omiso a las quejas de los usuarios por todas las fallas en la línea dorada y de las imágenes donde aparecen las cuarteaduras en varias partes de esa misma línea.
Otro funcionario que apenas se integró al metro y tendrá que enfrentar el segundo accidente más trágico de la historia del Metro, es Nahúm Leal Barroso que ha dejado hasta ahora 25 personas muertas y más de 70 heridas.
Apenas el 29 de abril pasado, Leal Barroso fue movido de la Subdirección General de Operación del STC, para fungir como encargado del despacho de la Subdirección General de Mantenimiento, que llevaba más de un año acéfala.
A cinco días de su llegada a Mantenimiento se le cayó un tren de la Línea 12, al derrumbarse una de las ballenas que forman parte del área elevada cercana a la terminal Tláhuac del STC. Por supuesto que el ingeniero Nahúm debería de ser el menos responsable del fatal accidente, pero como la jefa de Gobierno, aseguró el jueves que todos los días se checan las estructuras de todas las líneas del Metro, pues, aunque no quiera ya está embarrado.
Aunque parezca increíble, el nuevo funcionario llegó a sustituir en Mantenimiento a la mismísima directora general del Metro, Florencia Serranía, quien ante el Congreso de la CDMX reconoció ejercer los dos puestos al mismo tiempo. Y aquí es donde caben una serie de preguntas para las autoridades de la Ciudad de México: ¿Si Florencia se autonombró también subdirectora de Mantenimiento, entonces es responsable directa de la tragedia ocurrida en Tláhuac?
Porque Sheinbaum juró y perjuró que hace un año se hizo una revisión a fondo de toda la estructura de la Línea 12, cuyos dictámenes tendrá que dar a conocer. Qué bien que se halla revisado toda la Línea 12 hace un año, pero da la casualidad que en ese tiempo no había encargado de Mantenimiento, y Serranía —sin ser experta en estructuras y sistemas— asumía esa función. ¿Ella hacía las revisiones diarias de las ballenas y trabes metálicas, que según los expertos se tienen que hacer con rayo láser para detectar probables vencimientos?
¿Si se hacían revisiones diarias, aun sin que hubiera un titular oficial responsable de esa área, dónde están las bitácoras respectivas? Porque si la directora general se asume también como titular de Mantenimiento, ella tendría que ser la responsable y estar rumbo a la cárcel por su negligencia criminal.
Pero su amiga Claudia la mantiene al frente del Metro a pesar de su probadísima ineptitud. Es más, ni siquiera se atreve a separarla del cargo mientras se llevan a cabo las investigaciones sobre el fatal accidente. ¿Pues qué le debe Sheinbaum a Florencia que le solapa todo, aun a costa de que sus pifias cuestan vidas de los usuarios?
No hay que olvidar que a raíz del incendio que consumió el Centro de Control del Metro, las líneas 1 a la 6 trabajan con un mando centralizado. Es decir, sin pilotaje automático, como recomiendan los expertos. Alguien podría morir electrocutado.
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