El actor de origen chileno Patricio Castillo perdió la vida esta tarde a los 81 años de edad. Había permanecido más de un mes internado en un hospital a causa de una afección pulmonar. Así lo confirmó en sus cuentas oficiales la Asociación Nacional de Actores (ANDA).
Actor de numerosas producciones televisivas, obras de teatro y películas, desarrolló su quehacer artístico toda una vida; su última participación en la pantalla fue la telenovela La mexicana y el güero.
Pato, como le llamaban cariñosamente sus allegados, descubrió pronto su vocación de actor. Cuando era joven, tuvo como primera intención estudiar química, pero la abandonó, como él mismo contaba, por su deseo de dedicarse a un mismo oficio toda la vida. Y lo logró.
Se decidió por la actuación con el firme propósito de pararse sobre un escenario hasta el último de sus días. Deja toda una vida dedicada a la escena, que terminó en su país por adopción, México, a donde llegó precisamente por el arte, en 1964, con la compañía teatral de la Universidad Católica de Chile.
Tanto quienes cruzaron algunas palabras con él, como quienes tuvieron oportunidad de trabajar a su lado, lo recuerdan como un hombre de gran talento y amoroso. La actriz Angelique Boyer, lamentó mucho su partida y aseguró que "siempre fue un caballero y un gran ejemplo".
La cantante Gloria Aura compartió: "La primera vez que tuve la oportunidad de hacer un musical fue gracias a Patricio Castillo, él me recomendó para el casting y compartí escena con él en esta misma obra. Gracias Pato, me cambiaste la vida Corazón rojo ¡vuela alto! DEP. ¡Aplausos de pie para ti!".
El actor Rafael Sánchez Navarro así lo describe: "Patricio Castillo. Bello ser humano. Gran Actor. Gran Amigo. Gran Ejemplo. Gracias Pato, por todo lo compartido. Por toda una vida de amistad. Te voy extrañar. Te quiero desde siempre y para siempre. Descansa en Paz. Amén".
Originario de Santiago de Chile, Patricio Castillo se enamoró de la actuación desde la butaca de un cine y su primera inspiración fue Charlie Chaplin; iba a las funciones acompañado de su padre. Fue el menor de cinco hermanos, nacido diez años después del cuarto, por lo que creció entre adultos. Tal vez por eso su actitud respetuosa incluso cuando hacía bromas –casi siempre–, pues era conocido también su sentido del humor.
Respecto a su decisión de quedarse en México, contaba que se maravilló por sus colores, ya que recordaba a Chile como un país monocromático y con la severidad de un seno familiar conservador.
El actor se casó dos veces y tuvo tres hijos. Una multitud de espectadores lo recordará, por su monólogo de Albert Einstein, obras como Jugadores, en la que compartió escena con José Alonso, Juan Carlos Colombo y Héctor Bonilla (quien era su compadre), los musicales El diluvio que viene y La jaula de las locas, o películas como Crónicas chilangas, Acapulco, la vida va, La fórmula del Doctor Funes. Una larga lista de actuaciones quedará como testimonio de una vida dedicada al oficio que amó.
0 Comentarios