Rebeca Marín
El Covid-19 y la pandemia, pusieron en riesgo la estabilidad económica de miles de familias mexicanas, y para mitigar ese impacto, la recomendación de los expertos en finanzas personales durante el año pasado fue de crear un fondo de ahorros.
Sin embargo, según datos de la plataforma de servicios financieros Coru, 60.4% de los mexicanos continúa sin tener un fondo de emergencia para cubrir gastos en caso de enfermedad, pérdida de trabajo o crisis económica.
A pesar del bajo número de ahorradores en México, la Asociación Mexicana de Ventas Online (AMVO) encontró en su Estudio sobre Venta Online en Servicios Financieros que la pandemia sí dejó en 65% de los encuestados la intención de querer ahorrar, ya que 57% respondió que tiene preocupaciones económicas sobre cómo solventar sus gastos.
Al respecto, Fernando González, CEO de Coru comentó que todas las personas deben de considerar el ahorro como un objetivo, sobre todo ante los eventos actuales.
"El ahorro nos sirve para hacerle frente, de la mejor manera, a imprevistos que pueden afectar nuestra estabilidad económica y comprometer nuestros planes a futuro. Tener un fondo de emergencia puede ser la diferencia a la hora de pagar gastos hospitalarios, la compostura de nuestro automóvil o la pérdida del empleo, además de reducir la necesidad de endeudamiento", señala.
Los ahorros para imprevistos están directamente relacionados con los niveles de ingresos: quienes ganan menos dinero, tienen más problemas para cubrir sus necesidades básicas y ahorrar se convierte en una tarea más complicada en estos casos.
De acuerdo con datos de Coru, 75.4% de los mexicanos que ganan menos de 10,000 pesos al mes no cuentan con ahorros para una emergencia. En contraparte, 42.9% de los trabajadores que ganan entre 31,000 y 40,000 pesos mensuales tienen un fondo de emergencia de hasta tres meses su ingreso.
Por su parte, la AMVO también encontró que dado que casi la mitad de los usuarios de servicios financieros online (47%) reciben menos de 10,000 pesos al mes, la mayor proporción la destinan a gastos del hogar y gastos personales; solo 13% de los encuestados dijo destinar algún monto para un fondo de ahorro.
Este concepto también está vinculado con el tipo de escolaridad: este análisis señala que quienes asisten a una universidad privada ahorran más que aquellos que salieron de una universidad pública (51.7% no cuentan con fondo para emergencias).
Además, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF) 2018, el ahorro activo —tanto en mecanismos informales como formales— se destina principalmente para atender emergencias e imprevistos.
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