Rebeca Marín
El Banco de México (Banxico) actualizó el miércoles sus pronósticos para la economía del país.
Como ha venido ocurriendo desde el inicio de la pandemia de COVID-19, el Banco Central no ofreció una, sino tres previsiones.
En su escenario central, el Banxico calcula que el PIB de México avance 4.8 por ciento en este 2021. El panorama más optimista vería crecer la economía en 6.7 por ciento, mientras que en el extremo pesimista, el alza sería solo de 2.8 por ciento.
La institución subrayó, en el informe trimestral octubre-diciembre de 2020, que el desarrollo, producción y distribución de vacunas contra el nuevo coronavirus permiten una perspectiva más favorable para el mediano plazo.
También hizo mención a las interrupciones del suministro eléctrico y de gas que se vio en febrero pasado y que fueron ocasionadas por el congelamiento de ductos en Texas.
"Se espera que, en el corto plazo, lo anterior tenga ciertos efectos adversos sobre la trayectoria de recuperación", indicó el Banxico.
Estos pronósticos representan una mejora con respecto a los publicados en noviembre, cuando México aún no aprobaba ninguna dosis contra el nuevo coronavirus ni había iniciado su proceso de vacunación.
En aquella ocasión, el Banco Central calculaba avances de 3.3 por ciento (escenario central), 5.3 por ciento (mejor escenario), y 0.6 por ciento (peor escenario).
También se dan a conocer después de que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) confirmó que la economía mexicana se desplomó 8.5 por ciento en 2020, su peor contracción en casi 90 años.
La actualización del Banxico parece ir en línea con las mejoras que otras instituciones y especialistas han hecho sobre el pronóstico para la economía de México: El consenso más reciente de los analistas consultados por el Banco Central calcula que el PIB avance 3.89 por ciento (desde un 3.74 por ciento previo).
En los casos del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la calificadora Moody's, la expectativa es que el 'rebote' sea de 3.7, 4.3 y 5.5 por ciento, respectivamente, impulsado por un factor en común: Estados Unidos.
Los tres organismos consideran que el desempeño de la economía estadounidense ejercerá de 'trampolín' para la de México. Para que eso se concrete, el proceso de vacunación contra el COVID-19 será clave y EU apunta a mantener el liderazgo a nivel mundial del proceso.
El martes, el mandatario Joe Biden afirmó que todos los adultos estadounidenses contarán con las vacunas para mayo, dos meses antes de lo previsto. Que EU avance lo más pronto posible en su plan de vacunación puede ser benéfico para el Gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, pues la administración estadounidense ha dicho que no planea compartir las dosis anti-COVID hasta garantizar las necesarias para su población.
México inició su plan de vacunación en diciembre, con la vacuna diseñada entre Pfizer y la empresa alemana BioNTech, pero vio un 'parón' de alrededor de un mes en los envíos debido a trabajos de mejora en las planta que produce las dosis en Bélgica.
Si EU alcanza en mayo su meta de garantizar las dosis anti-COVID para todos sus adultos, su vecino del sur podría no solo recibir dosis de Pfizer desde un punto más cercano (la planta de la farmacéutica está en Michigan), sino también podría abrirse la opción de recibir otras vacunas como la de Johnson & Johnson (de una sola dosis) o Moderna, esto solo en caso de que el Gobierno buscará contratos con esas farmacéuticas.
López Obrador señaló, después de la reunión de trabajo virtual con Biden, que la posibilidad de que México tenga acceso a vacunas de Estados Unidos no estaba cerrada.
"Lo que le puedo decir al pueblo de México es que hubo aceptación de nuestra propuesta acerca de la necesidad que tenemos de enfrentar de la mejor manera posible la pandemia y la necesidad de contar con las vacunas", declaró el martes.
Pero el proceso de recuperación podría encontrar un obstáculo en la recién aprobada reforma a la Ley de la Industria Eléctrica, que ha sido defendida por López Obrador como un instrumento para fortalecer a la Comisión Federal de Electricidad.
Expertos y representantes del sector privado señalan que las modificaciones afectarán el atractivo de México para la inversión pues cambia las reglas de operación de las empresas de energía renovable.
Al respecto, el mandatario anunció este miércoles en su conferencia de prensa que se empezará a renegociar contratos con Iberdrola y otras 10 compañías con participación en el sector eléctrico.
"No estamos en contra de los empresarios, estamos en contra de la corrupción. Se pueden seguir haciendo negocios, pero con legalidad, sin sobornos y con ganancias razonables", declaró.
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