Aunque Claudia Sheinbaum podrá odiarlo, y motivos le sobrarían para ello, pero lo cierto es que a Mauricio Toledo aún se le mueve la patita en Coyoacán, donde conserva una amplia estructura y pretende vender caro su amor a la 4T.
Ahora, como diputado federal del Partido del Trabajo a donde llegó a petición de su otrora detractor Gerardo Fernández Noroña, Toledo pone sus buenos oficios al servicio de sus nuevos patrones petistas para controlar, en conjunto, ese territorio a través de una mujer.
Casi de la nada apareció recientemente el nombre de Magdalena Núñez Monreal, comisionada del PT en la Ciudad de México, que, según los petistas, es la mejor opción para recuperar esa alcaldía, en manos aún del PRD.
Se supone que estaba decidido que en Coyoacán Morena enviaría a un hombre, que al inicio se dijo que sería Carlos Castillo, pero el nombramiento se frenó por el pataleo de Martí Batres, quien desde hace mucho tiempo sueña con que esté ahí su eterno gato, Gerardo Villanueva.
Aunque se dice que en realidad Villanueva ya tiene otros amos y que ya no le reporta a Martí, las presiones al interior de Morena lograron que se repitiera la encuesta interna para elegir a quien representará al pejismo coyoacanense el 6 de junio.
Para engordar el caldo, en la encuesta incluyeron, además de a Gerardo y a Castillo, a Núñez Monreal y a la diputada local Leticia Varela, que son los cuatro nombres que supuestamente encuestara la dirigencia de Morena.
Aquí hay dos problemas: el primero es que a la comisionada del PT, oriunda de Fresnillo y cuyo segundo apellido podría causar escozor a Sheinbaum, evidentemente es una posición indirecta de Toledo, que es el único que la podría hacer ganar y seguir gobernando a través de ella.
Claudia tendría que asumir un pragmatismo puro, pues podrá odiar a Mauricio, pero la obsesión por ganar esa alcaldía la obligaría a pactar con él a través del PT, sobre todo ahora que PAN, PRI y PRD nombraron a Giovanni Gutiérrez, un candidato muy competitivo.
Si los morenos se deciden por Núñez Monreal, sería nada más por los amarres que puedan hacer con Toledo, porque, por lo demás, la petista es una auténtica desconocida en la CDMX, donde, de no haber sido por el arrastre presidencial, en 2018 su partido hubiera perdido el registro.
La estructura del exdelegado en Coyoacán es la ficha que el PT tiene para intercambiar con la jefa de Gobierno, a condición de que pare la persecución contra el legislador, a punto de ser desaforado. Los petistas ganarían una alcaldía y Claudia eliminaría al PRD en esa zona.
Pocos creen que Sheinbaum acceda a perdonar a Mauricio y que Morena lance en esa demarcación a una mujer, pues ello significaba hacer una recomposición en otras alcaldías por cumplir con la cuota de género.
Pero si por alguna razón estuvieran pensando en una, la noticia de que a Lety Varela la busca Fuerza por México haría que los morenos meditaran bien las cosas, pues el pejismo se podría partir, ocasionando que la alianza opositora entrara como cuchillo en mantequilla.
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