A unos días de que pidieran licencia los alcaldes de Álvaro Obregón y Coyoacán y a tres meses de las elecciones intermedias, a Claudia Sheinbaum se le alinearon los astros, pues los titulares de ambas alcaldías anunciaron su separación definitiva del cargo, lo que da la oportunidad a la jefa de Gobierno de meter a sus alfiles.
El camino a seguir por Sheinbaum es proponer al Congreso local dos ternas de aspirantes para alcaldes interinos, y conseguir el aval de al menos 44 diputados para que dos de ellos pasen.
Y es que el fin de semana pasado, Manuel Negrete oficializó que abandona Coyoacán para buscar la gubernatura de Guerrero con el partido Fuerza por México y Layda Sansores buscará ser la primera mujer gobernadora de Campeche.
Aunque Layda pertenece al mismo partido de Claudia, no son del mismo equipo; Negrete llegó por el PRD con el apoyo del PAN, por lo que se puede decir que en ninguno de los dos territorios la gobernante tenía injerencia.
Por eso es importante que la jefa de Gobierno teja fino en Donceles para que transiten sus propuestas de alcaldes interinos, pues tendrán la responsabilidad de operar las campañas territoriales de los morenos.
Se podría pensar que, con la mayoría de Morena y sus rémoras del PES, PT y PVEM la gobernante tendría asegurada la aprobación de sus propuestas, pero da la casualidad que se requiere de una mayoría calificada y sus lacayos no la alcanzan.
Tendría que entrar en negociaciones con la oposición o al menos con algunos diputados para completar el número de votos requeridos —ya se ha hecho antes—, pero hay dos temas que podrían dificultar la aprobación.
El primero, que la oposición forma un frente para ir precisamente contra Claudia y Morena, y el segundo —quizá más delicado—, es la división generada por la propia jefa de Gobierno al planchar a Ricardo Monreal, Marcelo Ebrard y Martí Batres con las candidaturas a alcaldes.
Y como el monrealista José Luis Rodríguez, vicecoordinador de la bancada de Morena en Donceles, controla a un grupo bastante amplio de diputados pejistas, en una de esas le ordenan cobrarle algunas afrentas a Claudia y no la dejan poner a quien ella quiera.
Quizá el tema más complicado sea el de Coyoacán, pues además de que esa alcaldía aún está llena de gente de Mauricio Toledo —a quien apretarán para que opere a favor del Antiguo Ayuntamiento—, está la disputa entre Bejarano y Batres para postular ahí a uno de los suyos.
Claudia tiene un par de semanas para cabildear con los diputados los nombramientos y no arriesgarse a que el pleno se los rechace. A pesar de que dice que consultará con los alcaldes salientes los nombres de los candidatos, es obvio que no lo hará.
Tan es así, que ya advirtió que aplicará un filtro antes de enviar las ternas al Congreso.
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