Martín Aguilar
Durante las misas que se celebraron este lunes en honor al ex delegado en Álvaro Obregón, Leonel Luna Estrada, acudió mucha gente en avenida Central 211, en la colonia San Pedro de los Pinos, fueron muchos los asistentes que acudieron, ya que fue muy querido entre la clase política y amigos cercanos.
Leonel Luna, tuvo una trayectoria de 20 años en la administración pública local y federal. Fungió como director de participación ciudadana y se ha desempeñado como Director General de Desarrollo Social en la Delegación Álvaro Obregón, demarcación en la que también fue dos veces delegado.
Quien conocía a Leonel Luna Estrada (1965-2021) sabe que era un político que dormía pocas horas por terminar largas jornadas de trabajo
En 2009 obtuvo una diputación local por el XVIII Distrito del Distrito Federal desempeñando el cargo de Presidente de la Comisión de Vigilancia de la Contaduría Mayor de Hacienda y a su vez Vicepresidente de la Comisión de Protección Civil, en la Asamblea Legislativa, cargos que desempeñó con ahínco y responsabilidad.
Más allá de la forma trágica en que perdió la vida, con la partida de Leonel Luna Estrada la alianza opositora pierde a su gran articulador para las próximas elecciones intermedias en la Ciudad de México.
Luna Estrada deja un enorme hueco en la política capitalina, donde comenzaba a perfilarse como uno de los futuros líderes que podía unir los intereses de la oposición en contra de los gobiernos de Morena.
El dos veces delegado en Álvaro Obregón falleció la madrugada del domingo en un accidente de tránsito sobre la avenida Río Churubusco. Del lugar fue recogido por los servicios de emergencia y trasladado en estado grave al Hospital de Xoco, donde más tarde murió.
Entre las bondades que aportó Leonel Luna a la ciudadanía, fue que durante 2017 y 2018 él y los diputados de la VII Legislatura aprobaron en Pleno más de 100 leyes y reformas, entre las que destacan la nueva Ley de Vivienda y la Ley de Transparencia, así como las leyes de Comedores Sociales, de Cultura y la de Bebé Seguro.
Consiguió impulsar reformas de transcendencia para concretar el sistema integral de protección social para los adultos mayores en la capital; incrementar la pena a quien cometa el delito de abuso sexual y para crear en la entidad un fondo destinado para seguros de vivienda.
A través de reformas garantizó que los programas sociales se elevaron a rango de ley, sobre todo aquellos asuntos en los que la Ciudad de México que ahora son vanguardia de derechos y las libertades
Con el ex delegado de Álvaro Obregón y presidente de la Mesa Directiva de la ALDF se aprobaron las primeras leyes secundarias que mandata la Constitución Política de la Ciudad de México y que con las que hoy se tienen las bases para la nueva organización administrativa y política de la entidad:
La Ley Orgánica del Congreso de la Ciudad de México; la Ley Orgánica del Poder Ejecutivo y de la Administración Pública de la Ciudad de México; la Ley de Alcaldías de la Ciudad de México; Ley Orgánica del Poder Judicial de la Ciudad de México; la Ley de la Sala Constitucional del Poder Judicial de la Ciudad de México y la nueva Ley Electoral".
En su despedida al cargo, Luna Estrada aceptó: "Como en toda legislatura se tuvieron vaivenes de carácter político, fuimos víctimas de desafortunados comentarios y existió una tergiversación de la información en asuntos relacionados con los recursos destinados a la reconstrucción, tema que se consiguió aclarar por la propia Auditoría Superior de la Ciudad de México".
Luna Estrada siempre fue un hombre reservado de su vida privada. Le sobreviven dos hijas, de lo que se da cuenta en redes sociales, pero destacó también por mostrar solidaridad con los capitalinos en momentos de catástrofe, como fue el caso del sismo de 2017.
Una de las acciones que más se le reconocieron fue acercar agua embotellada a niños de San Gregorio Atlapulco, alcaldía de Xochimilco, demarcación que estaba fuera de su ámbito al ser diputado por Álvaro Obregón.
Hoy se fue un gran hombre, que aportó mucho a la ciudadanía y hoy solo queda su legado, que ya es una realidad, por lo que será una pérdida irreparable para la administración pública local y federal y para que quienes lo conocieron bien nunca lo olvidaron como el gran ser humano que fue.
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