La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) salió con las manos vacías del municipio de Ocuilan, Estado de México, ya que no pudo dar con los responsables de la cacería ilegal de una hembra de puma ni con el cadáver del ejemplar que fue desollado, de acuerdo a una denuncia ciudadana.
Vicente Rivera Fuentes, alcalde de Ocuilan, al sur del Estado de México, informó que el jueves por la tarde dos inspectores federales de la Profepa en compañía de alrededor de 30 elementos de la Guardia Nacional, Policía Estatal y Policía Municipal, entraron a la comunidad de Mexicapa para acudir al domicilio de uno de los supuestos agresores, pero nadie les abrió la puerta.
Explicó que el personal de Profepa traía un acta de inspección con el nombre del presunto responsable, pero sin orden de aprehensión, por lo que no pudieron entrar a la fuerza a la vivienda, ni hubo quien les recibiera la notificación.
Abundó que nadie en Mexicapa quiere hablar de lo ocurrido, ya que es un pueblo muy pequeño de máximo 200 pobladores y tienen miedo a que haya represalias.
El presidente municipal Vicente Rivera Fuentes reconoció que Ocuilan es una "zona crítica" de tala ilegal, donde personas de fuera o integrantes del crimen organizado llegan para contratar a las personas de la comunidad con el fin de tumbar árboles de pino y oyamel, bajarlos del bosque y transformarlos en madera aserrada.
Comentó que anteriormente el problema estaba al norte del municipio cerca de las Lagunas de Zempoala y sus alrededores, pero ahora con la presencia de la Guardia Nacional parece que las actividades ilícitas se trasladaron hacia la parte oriente del municipio cerca de Mexicapa.
El alcalde de Ocuilan aseguró que está en la mejor disposición de coadyuvar con la Profepa en las investigaciones sobre la cacería ilegal del puma y brindar protección para salvaguardar la integridad física de los inspectores federales, para que puedan realizar las investigaciones correspondientes y que este delito contra el ambiente no quede impune.
Agregó que no hay registro de presencia de pumas en las inmediaciones del municipio, pero seguramente la hembra y un supuesto macho que la acompañaba se acercaron en busca de alimento o agua, aunque tampoco descartó la posibilidad de que los ejemplares se hayan escapado de alguna instalación confinada.
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La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) salió con las manos vacías del municipio de Ocuilan, Estado de México, ya que no pudo dar con los responsables de la cacería ilegal de una hembra de puma ni con el cadáver del ejemplar que fue desollado, de acuerdo a una denuncia ciudadana.
Vicente Rivera Fuentes, alcalde de Ocuilan, al sur del Estado de México, informó que el jueves por la tarde dos inspectores federales de la Profepa en compañía de alrededor de 30 elementos de la Guardia Nacional, Policía Estatal y Policía Municipal, entraron a la comunidad de Mexicapa para acudir al domicilio de uno de los supuestos agresores, pero nadie les abrió la puerta.
Explicó que el personal de Profepa traía una acta de inspección con el nombre del presunto responsable, pero sin orden de aprehensión, por lo que no pudieron entrar a la fuerza a la vivienda, ni hubo quien les recibiera la notificación.
Abundó que nadie en Mexicapa quiere hablar de lo ocurrido, ya que es un pueblo muy pequeño de máximo 200 pobladores y tienen miedo a que haya represalias.
El presidente municipal Vicente Rivera Fuentes reconoció que Ocuilan es una "zona crítica" de tala ilegal, donde personas de fuera o integrantes del crimen organizado llegan para contratar a las personas de la comunidad con el fin de tumbar árboles de pino y oyamel, bajarlos del bosque y transformarlos en madera aserrada.
Comentó que anteriormente el problema estaba al norte del municipio cerca de las Lagunas de Zempoala y sus alrededores, pero ahora con la presencia de la Guardia Nacional parece que las actividades ilícitas se trasladaron hacia la parte oriente del municipio cerca de Mexicapa.
El alcalde de Ocuilan aseguró que está en la mejor disposición de coadyuvar con la Profepa en las investigaciones sobre la cacería ilegal del puma y brindar protección para salvaguardar la integridad física de los inspectores federales, para que puedan realizar las investigaciones correspondientes y que este delito contra el ambiente no quede impune.
Agregó que no hay registro de presencia de pumas en las inmediaciones del municipio, pero seguramente la hembra y un supuesto macho que la acompañaba se acercaron en busca de alimento o agua, aunque tampoco descartó la posibilidad de que los ejemplares se hayan escapado de alguna instalación confinada.
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