La economía de México se contrajo 8.5 por ciento en 2020, de acuerdo con la estimación oportuna del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) publicada este viernes.
La pandemia de COVID-19 provocó que el Producto Interno Nacional (PIB) a tasa anual ligara dos caídas de forma consecutiva, luego de que en 2019 la economía mexicana bajara 0.1 por ciento.
México no pasaba una situación similar desde principios de la década de 2000. En 2001, la economía de México se contrajo 0.4 por ciento, y al año siguiente cayó 0.03 por ciento. Más atrás hay que remontarse hasta 1982 y 1983, cuando el PIB cayó -0.01 y -4.36 por ciento respectivamente.
La estimación oportuna del Inegi está por debajo del pronóstico de la Secretaría de Hacienda, que había previsto una contracción de 8 por ciento.
Otras instituciones internacionales, como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional o la Comisión Económica para América Latina y el Caribe habían calculado que el impacto del virus SARS-CoV-2 provocaría una caída de 9 por ciento.
Si bien la economía del país tuvo un alza histórica de 12.1 por ciento en el tercer trimestre del año pasado, que fue más bien un rebote tras el desplome del segundo trimestre, la recuperación dio señales en los últimos tres meses de 2020 de haberse desacelerado.
El Índice Global de la Actividad Económica, una especie de 'PIB mensual', avanzó a tasa mensual 1.2 por ciento en octubre y solo 0.9 por ciento en noviembre.
México lleva seis trimestres consecutivos sin crecer a tasa anual en los pocos más de dos años del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, pero 2021 parece ser el año para cambiar esa situación, al menos eso es lo que apuntan los pronósticos de instituciones como Bank of America, que incluso mejoró su previsión este mes.
La pandemia seguirá dictando el camino de la recuperación para el país, sobre todo el plan de vacunación, que apenas lleva un mes en marcha.
Y si bien México fue de los primeros países en todo el mundo en aprobar y empezar la aplicación de la vacuna 'insignia' contra el COVID-19, la diseñada por Pfizer y BioNTech, la inoculación contra el nuevo coronavirus ha encontrado obstáculos antes de siquiera haber tomado impulso.
El Gobierno no recibirá un nuevo cargamento de inyecciones contra el virus SARS-CoV-2 hasta el próximo 15 de febrero, debido a trabajos de mejoramiento en la planta de Pfizer en Bélgica.
A eso se suma que las vacunas con las que se planeaba seguir el plan ni siquiera han sido aprobadas por la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris): en el caso de 'Sputnik V', el canciller Marcelo Ebrard aseguró que esta semana se recibirán 400 mil dosis, con miras a tener 7.4 millones antes del final de marzo. Tal envío no ocurrió. Se espera ahora un envío de 200 mil dosis para la próxima semana.
Si bien el presidente López Obrador aseguró que esa cifra terminará por triplicarse, esto después de su llamada con el mandatario ruso, Vladimir Putin, no se conocen más detalles al respecto.
Según el plan de vacunación, la próxima semana también comenzaría la aplicación de la vacuna china de CanSino, aunque esta aún no es aprobada tampoco.
El Gobierno tiene el siguiente mes para terminar la vacunación del personal de salud de primera línea contra la pandemia si busca cumplir con el plan que presentó en diciembre pasado.
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